Empresarios del transporte público no quitan el dedo del renglón, este gobierno los dejó en la bancarrota, se quejan de que se quedaron sin subsidio, sin aumentos de tarifa y sin rutas precisas. El problema del transporte entraña atrasos históricos. La apuesta siempre fue política, nunca de movilidad, menos aún vigilando el interés colectivo, al final lo que se planea desde lo político termina como derrota electoral.