Si te consideras una persona valiente y atrevida, quizás cambies de opinión al leer este artículo, ya que las increíbles curvas cerradas y la altitud con las que cuentan algunas de las carreteras que mostramos a continuación asustan hasta al conductor más arriesgado. Y es que, actualmente, existen carreteras abiertas al tráfico que se consideran como las más peligrosas del mundo, debido a diferentes razones como puede ser la orografía, la ubicación o, incluso, la carencia de elementos de seguridad en ellas.
Cuando construimos carreteras, lo hacemos con la intención de unir dos puntos. No obstante, muchas veces esta necesidad hace que intentemos unir lugares imposibles a la fuerza. Es entonces cuando creamos peligrosas vías que pueden llegar a poner nuestra vida en riesgo. Aunque, al contrario de lo que muchos pueden pensar, estas carreteras no están vacías, sino que siempre hay algún coche circulando por ellas.
Turistas de todo el mundo van en busca de ellas con ganas de vivir emociones fuertes. Otras veces, también acuden a ellas con la intención de ver los increíbles paisajes que las acompañan. Sin embargo, otras personas se encuentran con la necesidad de cruzarlas más veces de las que les gustaría. De hecho, no debe ser nada agradable conducir por una vía en la que sabes que el más mínimo fallo puede acabar en accidente de tráfico. Durante la conducción, siempre debemos estar concentrados, calmados y preparados ante cualquier imprevisto que pueda surgir, pero lo cierto es que en estas carreteras, la atención debe multiplicarse por mil.
Así que olvídate de las autopistas y las nacionales como las conoces hasta ahora y abre tu mente a trazados que representan una auténtica aventura, muy peligrosa en la mayoría de los casos. Sin más dilación, os presentamos doce de las carreteras más peligrosas del mundo. ¿Te atreves a descubrirlas? Abróchate el cinturón.
Aunque su nombre oficial es Alaska Route 11, es más conocida como Dalton. Se encuentra en Alaska y tiene una longitud de 666 kilómetros. Sí, has leído bien, 666, la marca de la Bestia. Su recorrido va desde el interior del estado hasta casi el océano Ártico.
Esta carretera es conocida como la más peligrosa del mundo. Aunque su fama no es infundada, puesto que ha llegado a acumular hasta 300 muertes al año en sus ochenta kilómetros que separan La Paz, capital de Bolivia, de Coroico, en la región de los Yungas. La vía, muy estrecha y repleta de curvas, atraviesa la montaña andina a 4.650 metros de altura.
Esta vía es estrecha y empinada, además está casi sin asfaltar y rodeada por el río Shotover. Por todo esto, es todo un reto conducir en ella. Con 22 kilómetros de longitud, la Skippers es la carretera más peligrosa de la región de Nueva Zelanda, pero cuenta con unas vistas increíbles.
La que es considerada por muchos una de las peores carreteras del mundo, cuenta con algo más de 100 kilómetros y, para conducir por ella, se necesita valor y un coche adecuado para el desafío. Además, ¡olvídate de conducir en ella si tienes vértigo!
Esta ruta es preciosa a la par que salvaje. Construida en el año 1989, conecta la isla de Averoy con Noruega a través de varios islotes. Mide algo más de 8 kilómetros y suma un total de ocho puentes, algunos de ellos bastante peligrosos.
Conocida como ‘la carretera de la amistad’, su verdadera realidad no es tan amistosa como su apodo. La carretera internacional asfaltada de mayor altura del mundo –4.733 metros– resulta un camino que atraviesa montañas gigantescas y glaciares entre Pakistán y China, en plena Ruta de la Seda.
Esta vía cuenta con 40 kilómetros y 29 curvas cerradas muy seguidas, que asustan hasta al conductor más valiente. Es la ruta principal que conecta las ciudades de Santiago de Chile y Mendoza (Argentina).
La traducción literal de ‘rohtang’ es ‘pila de cadáveres’. Un nombre que asusta a cualquiera, pero que ilustra perfectamente lo que viene a ser esta peligrosa carretera. La vía, enclavada a 4.000 metros de altura en la cordillera del Himalaya, tan solo está abierta de mayo a noviembre, pues la nieve impide el paso durante el resto del año.
Este pasaje une la isla de Noirmoutier con Francia. Es una de las vías peligrosas más cortas, pues tan solo mide 4,5 kilómetros. Su principal particularidad es que está prácticamente al nivel del mar y, cuando sube la marea, queda escondida bajo el océano Atlántico.
La 622 es una carretera de algo más de 20 kilómetros, que circula por un terreno casi salvaje, en un entorno donde las condiciones climatológicas suelen ser extremas. Por este motivo, tanto el conductor como el vehículo deben estar muy preparados física y mentalmente. Sin embargo, la belleza del lugar hace que valga la pena el esfuerzo.
Esta vía, también conocida como DN7C, es la segunda carretera asfaltada de mayor altitud de Rumania, además de la más peligrosa. Une las regiones de Transilvania y Valaquia, y destaca por sus curvas cerradas con las que disfrutar al volante, aunque hasta el conductor más experimentado debe andar con mucho cuidado.
Este túnel, construido a mano por los habitantes de las montañas de Taihang (China), puede recorrerse en coche desde el año 1977. Los conductores que se atreven a cruzarlo deben concentrarse mucho, ya que no es nada fácil conducir por una calzada de cuatro metros colgada entre peñascos.
