A más tardar en mayo cuando el precio del kilo de tortilla incrementará un peso, informó el presidente de la Cámara de Producción de la Masa y la Tortilla de Yucatán, Ramón Ramos Várguez.
Aunque hay quienes aseguran que el incremento se dará a partir del presente mes, el dirigente aclaró que se aplicará a finales del próximo mes cuando sea necesario importar maíz de Sinaloa.
“Viene la cosecha de Sinaloa y por el encarecimiento de la gasolina, el flete lo encarece terriblemente, por lo que prevemos el precio de la tonelada debe llegar arriba de cinco mil pesos, 800 pesos más de lo que cuesta actualmente”, comentó.
“Aunado a ello, también habría alzas en el precio de la harina y el gas que mes con mes sube, la energía eléctrica, el mantener a los empleados, y todo esto nos obliga a hacer un ajuste”, agregó.
Aseguró que “no es un aumento porque sería ganancia para nosotros, es un ajuste para poder seguir trabajando. No hay apoyos del Gobierno para enfrentar este problema y sí se requieren”, acentuó.
Explicó que el robo de vagones cargados de maíz obliga a buscar otros medios como el marítimo para traer el grano, lo que incrementa el costo.
Explicó que un 20 por ciento del costo del precio de la tonelada se refleja en el flete, ya que hasta ahora cuesta hasta mil pesos traer una tonelada y eso podría aumentar.
“Estados Unidos produce el grano para alimentar al ganado y producir etanol, los productores pecuarios de México adquieren ese maíz forrajero para alimentar a su ganado, pero cuando caen las cosechas guarda sus reservas y lo que hacen es buscar la producción local, que se utiliza para alimentación humana y al tener un recurso mayor compran, lo que genera escasez y obliga a aumentar precios”, resaltó.
Ahora, dijo, con las heladas que hubo o la sequía que se acerca puede haber desbasto.
Señaló que la tortilla por ser un producto básico no depende de la ley de la oferta y la demanda, lo que no permite garantizar que habrá suficiente compra para paliar los gastos.
Desde 1998 al 2010, mencionó, ha aumentado el número de molinos en el estado, pero el consumo per cápita de tortillas va a la baja.
Abrir una tortillería chica puede costar más de 80 mil pesos, pero no es buen negocio si la persona no sabe llevar sus cuentas para afrontar los aumentos.
“Al ser un negocio familiar las personas que se dedican a esto tienden a tratar de mantener su nivel de vida y al sufrir un aumento de insumos simplemente se ven forzados a aumentar también sus precios”, destacó.
Fuente: Yucatán Ahora
