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Sequía afecta a campesinos

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Sequía afecta a campesinos

“Desde septiembre no llovía, apenas el lunes cayó una llovizna, pero eso no ayuda, las abejas no tienen floración, no hay pasto para el ganado, las hortalizas del patio no desarrollan, ha estado muy dura”, relató el campesino Bonifacio Chan Yah en Chacsinkín.

En la zona de Chumayel, Chacsinkín, Tixméhuac y Peto, 3 de los 15 municipios del Sur del Estado considerados por el Servicio Meteorológico Nacional con sequía severa, porque no registran lluvias desde el mes de julio, así lo informamos en la edición del 12 de abril.
Aunque el titular de la Secretaría de Desarrollo Rural, Juan José Canul Pérez, dijo al Diario de la Dignidad, Identidad y Soberanía no tener reportes oficiales por parte de la Sagarpa y la Conagua, que son las instancias que monitorean los siniestros causados por la sequía, de las pérdidas agropecuarias, los campesinos han padecido el viacrucis de la falta de agua desde el año pasado.

“No hay lluvia, no hay pasto”

En Chumayel, un campesino que regresaba del monte confirmó lo que a simple vista es evidente: “No ha llovido, el que tiene sus cajas de abejas no ha cosechado, yo no he podido sacar miel porque no hay floración, hace 9 meses que no llueve, apenas la semana pasada cayeron unas aguas, pero no brota la flor, véalo, está tan seco que se ve al interior del monte. Tampoco hay hortalizas, no se puede sembrar ahorita, no hay lluvia, no hay pasto para el ganado, sin agua se afecta y perjudica todo”, dijo.
POR ESTO! se internó en el monte de Chumayel y Tixméhuac, y se observaron colmenas de miel. En la primera había 23 cajas, rodeadas de árboles secos, sin flores y un tanque de agua cercano al apiario, les permitía hidratarse.
El apiario tenía abejas, pero no se veían flores cercanas, ya que todo alrededor eran árboles secos, a pesar de estar instalado en medio del monte.
En los caminos del monte, que los propios campesinos han habilitado, se observó un apiario más, pero éste con apenas 10 cajas y los vestigios de varias que han sido desmontadas, al igual que el primero, las abejas cuentan con un gran bote de agua para hidratarse.
“Sin agua, no hay nada, está muy mal la cosa”, dijeron los campesinos.
En las veredas del monte presenciamos la total sequía, ya que los árboles sin hojas permitían ver con claridad la variedad de aves, de diversos colores y tamaños, así como terrenos que ya están siendo preparados para la próxima siembra.

Esperanza

Las piñuelas debajo de una plantación forestal de cedro eran como un oasis en medio de la sequía, pero los frutos que apenas empezaban a brotar han sido aprovechados por los animales del monte, ya que al igual que los campesinos van en busca de los frutos.
Uno de los cedros tenía resina y una pequeña abeja se aprovechaba de ella para alimentarse.
En una parcela había piñuelas envueltas con bolsas o arpillas para evitar que los animales le “ganen” al campesino y la fruta pueda madurar.
En esta misma parcela, el campesino prepara su tierra con poceras para trasplantar papaya, la que riega manualmente, ya que no cuenta con sistema de riego.
“El que es valiente o el que no sabe se anima a sembrar ahorita frutas o las hortalizas, porque sin lluvia, aunque riegues, el fruto no desarrolla bien, no alcanza tamaño”, relató el campesino de Chumayel.
Aunque el monte pareciera estar muerto por la falta de hojas, los campesinos tienen esperanza en las lluvias que caerán en mayo, es por ello que preparan la tierra de la milpa para la próxima siembra.
En algunos terrenos ya estaba la tumba y roza, esperando solamente la quema de la milpa para luego sembrar con las primeras lluvias.

Ganado

En Chacsinkín, Bonifacio Chan Yah dijo que su ganado ha enclavado porque no hay pasto, no hay forraje, así que ha tenido que comprar poli azar para aguantar a las lluvias, pero no está seguro de lo que pasará.
“He cortado caña y compré un poco de pollo asa, porque no hay pasto para mis animales, no ha llovido desde septiembre, quién sabe qué va a pasar”, dijo.
Tanto los animales de cría como los del monte y los campesinos están a la espera de las lluvias y de lograr cosechas, meta que desde la siembra de la milpa del año pasado no ha habido nada.
Presenciamos un terreno con calabazas secas que los tejones aprovecharon apenas empezaban a crecer, dejando al campesino sin cosecha. “Todos buscan algo, sin la lluvia es difícil que haya para todos, por eso hubo pérdidas en la milpa pasada”, dijeron.
Pitahaya

En la comisaría de Yaxcopil, en Peto, el comisario municipal dijo que de los 17 apicultores de la comunidad ninguno ha podido cosechar, porque no ha llovido desde hace 8 meses, lo que ha caído son lloviznas y están preocupados por las 5 hectáreas de pitahaya que tienen en cooperativa, porque la fruta depende de las primeras lluvias para poder cosechar de junio a septiembre.
“La falta de lluvia nos afecta en todo, no hay agua, no hay flores, no hay miel para las abejas, no hay pasto para el ganado, no hay hortalizas para la casa, porque aunque lo riegues, tu hortaliza no desarrolla, los rábanos se quedan pequeños y, además, más gasto, porque la bomba se debe prender dos veces en el día para darle agua a la comunidad, eso es más gasto”, dijo Roberto Poot Castillo, comisario de la localidad.
Ayer, Viernes Santo, los campesinos fueron fieles al momento religioso y fueron escasos los hombres del campo que trabajaron; sin embargo, los efectos de la sequía y el impacto social son evidentes, ya que estas familias dependen del recurso natural para su subsistencia.

Fuente: Por Esto!

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