Taxistas de ocho agrupaciones protestan frente al palacio de gobierno, exigen a las autoridades estales que regulen a las plataformas que ya se han desatado. Las más dañinas son Uber y Didi ya que representan competencia desleal para el sector. También solicitan que las 593 concesiones revocadas se las entreguen a ellos para ponerlas a trabajar.