El presupuesto estatal para el 2010 será austero y con una distribución equitativa para atender las acciones más trascendentes y mantener el crecimiento económico del Estado, afirmó el Secretario de Planeación, Armando Baqueiro Cárdenas.

Al informar sobre la iniciativa de presupuesto entregado el pasado miércoles ante el Poder Legislativo para su posible aprobación, el funcionario informó que el gasto total para el próximo año asciende a 17mil 107.6 millones de pesos -2.2 por ciento superior respecto a los 16 mil 749 millones del 2009-, y se dará prioridad con mayores recursos a educación, salud y seguridad.

En conferencia de prensa conjunta con el Secretario de Hacienda, Juan Ricalde Ramírez, se informó que debido al contexto económico del país se hicieron diversos ajustes presupuestarios, a fin de mantener el ritmo de obras y acciones para el desarrollo social, entre los que se incluye una disminución del 0.5 por ciento para el Poder Ejecutivo.

La iniciativa enviada al Legislativo en materia de gasto programable para los Poderes y entes autónomos incluye un incremento del 13.1 por ciento para el Poder Legislativo, un 30 por ciento para el Poder Judicial, el 4.6 por ciento a municipios y un 46 por ciento para los entes autónomos como el Tribunal Electoral, la Comisión Estatal de Derechos Humanos y el Instituto Estatal de Acceso a la Información Pública.

“El presupuesto del Poder Judicial aumentó para apoyar la Reforma Judicial que incluye la creación de juzgados y espacios para los juicios orales, el del Legislativo, por la compensación de la inflación y a los entes autónomos, ante los requerimientos propios del inminente proceso electoral que se avecina”, detalló el Secretario de Planeación.

Para la conformación del proyecto de Presupuesto 2010, se abundó, se tomaron en cuenta cuatro consideraciones determinantes: la prudencia fiscal como principal defensa ante un entorno difícil y la exigencia ciudadana de mejorar la eficiencia en el uso de los recursos públicos.

Asimismo, la continuidad a los esfuerzos en materia de austeridad, racionalización y disciplina en las erogaciones por concepto de servicios personales, administración y actividades operativas y de apoyo, y la necesidad de asignar el gasto público para atender necesidades cotidianas y de largo plazo.

Cabe destacar que en la iniciativa de presupuesto se presenta la canalización de recursos a las siete regiones en las que se ha dividido el Estado, entre las que destacan la región Centro, con el 57%, seguida de la región Oriente con un 12.4 por ciento.

“El objetivo de dicho presupuesto es propiciar condiciones de crecimiento sostenido y de mejorar el desarrollo humano con una visión de largo plazo, por lo que se realizó una distribución equitativa”, insistió.

En su turno, el Secretario de Hacienda, Juan Ricalde Ramírez, detalló la Ley de Ingresos para el 2010 y destacó que se optó por transformar impuestos federales en estatales que no implicarán mayores cargas a los contribuyentes, caso de la tenencia vehicular.

De acuerdo con lo programado, en el rubro de tenencias se espera una captación de 227.5 millones de pesos, cifra menor a lo planeado para este año, con 415 millones de pesos, cifra que se incrementó debido al reemplacamiento.

La Ley de Ingresos contempla rubros como impuestos, derechos, productos y aprovechamientos, que ascenderán a 854.2 millones de pesos, lo que representa una variación del cinco por ciento respecto del presente año.

A pregunta expresa, Baqueiro Cárdenas informó que el gasto corriente pasará de 42.8 a 43.3 por ciento, en donde se incluye la variación contemplada para el rubro de la educación.

“Las necesidades de presupuesto de las dependencias y entidades para 2010 exceden la disponibilidad de recursos determinados en la Ley de Ingresos y podrán ser atendidas en la medida en que se generen ingresos no previstos en el año”, señaló.

Los funcionarios estatales reiteraron que la iniciativa de Presupuesto 2010 para Yucatán es austera, al tomarse en cuenta las repercusiones de la crisis internacional y la contingencia sanitaria, la fragilidad de la recuperación económica a nivel nacional y el modesto crecimiento de los ingresos federales, no obstante, se busca mantener el crecimiento del estado con base en recursos bien equilibrados.