El verde es vida
Partido Verde Ecologista, un negocio de familia
Por José Luis Preciado.
Aspirar es querer, sólo eso. Pero los más experimentados o viejos políticos nunca dejan de aspirar y cuando ya no pueden hacerlo por esta fuera de época nos mandan a sus hijos, caso Partido Verde Ecologista, partido político que se convirtió en la mascota favorita del PRI, mismo que lo ha malcriado, dándole todas las concesiones y canonjías que hacen que la política mexicana de verdad apeste.
Jorge Emilio González el niño verde, es licenciado en Administración de Empresas egresado de la Universidad del Valle de México, hijo del anterior presidente y fundador del PVEM, Jorge González Torres y nieto del ex gobernador de Tamaulipas, ex precandidato presidencial y dos veces secretario de estado, Emilio Martínez Manatou, así como sobrino del empresario farmacéutico Víctor González Torres, dueño de Farmacias y Similares (las del Dr. Simi). Jorge Emilio se ha convertido en el símbolo de que cualquiera puede ser un político en este país: lo acusan de fraudes, recibir sobornos, andar de fiesta en fiesta con todos los niños guapos del partido. Allí el requisito es estar bien bonito y tener poco cerebro, con la mira en alto a los 21 años ya se puede ser un senador del partido de los casi 300 millones de pesos en el año, para uso absolutamente discrecional. Eso se llama ser un ganador, no hace falta estudiar, no hace falta esforzarse, hay que fundar un partido político haciendo que por el mensaje ecológico la gente te compre y estás del otro lado.
Esos son mexicanos de éxito. Arropados por un sistema igualmente corrupto y en manos de los partidos políticos. Así que cuando vea el logotipo del Partido Verde Ecologista, ya sabe se trata de un grupo de guapos que organiza fiestas de miedo en Cancún, compra departamentos y yates de mega lujo y vive con todos los privilegios. Al votar por el Verde alargamos la buena racha de la familia González, el padre de Jorge Emilio ya se jubiló hace algunos años, ahora sólo dirige la empresa familiar, recuerdo cuando lo vi hace algunos años, no más de diez, repartiendo cubetas verdes de plástico por las calles de Mérida. No cabe duda, encontró el nicho de mercado de los ilusos que piensan que el Verde Ecologista es de verdad ecologista. Señoras y señoras, es sólo una empresa familiar, que ya tiene hermosas ramas verdes, el PRI se las fuma en cada elección y luego las deja en el mercadito de los ingenuos ecologistas.
