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Otra de funcionarios disfuncionales

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Otra de funcionarios disfuncionales

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Por Carmen Garay.

Funcionario, se relaciona con funcionar; o al menos así debiera ser. Pero los gobernantes en ocasiones se rodean de personas ineptas que desordenan y pervierten lo que tocan, por indolentes, incompetentes o inmisericordes. ¡Y nadie hace nada! El premio a estos pésimos funcionarios disfuncionales es recibir el cobijo del partido político del cual no debieron salir y que en vista de sus negligencia criminal debieran enfrentar la justicia terrenal, la divina ya la tendrán.
La razón de ser de este comentario lo adivina: las carretadas, literalmente, de migrantes asesinados en el norte del país, con la colusión de funcionarios del Instituto Nacional de Migración. El primer
hallazgo macabro se dio el año pasado, y Cecilia Romero no se dio por aludida. La dependencia a su cargo ¿cómo podría saber lo que pasa con los migrantes? Incluso, el senador panista por Guanajuato, Humberto Andrade «iluminó» a sus compañeros al expresar que «se trata de una tragedia que ejemplifica y pone en relieve una serie de situaciones y de hechos que ocurren todos los días, no sólo en México sino a nivel mundial.» ¡Menos mal!
Cecilia Romero sale finalmente del INM, para incorporarse -cobijarse- como flamante nueva Secretaria General del PAN. Y los migrantes muertos heredados de la corrupción que imperó en su administración, siguen saliendo de narcofosas o escapando de
camiones repletos, camiones como los que transportaron los cadáveres de San Fernando, como si fueran animales.
Pero no es la primera que recibe asilo en su partido, una vez probada su ineptitud. Juan Molinar Horcasitas tuvo en su haber, a su paso como titular del IMSS, la tragedia de la guardería ABC; como titular de la SCT, la
quiebra de Mexicana, que hasta el final negó, además de la polémica e ilegal licitación 21. ¿Dónde quedó Molinar Horcasitas? en la Comisión Política del PAN.
Lo que ahora me preocupa seriamente es saber dónde pretenden que se aloje el presidenciable Javier Lozano, tristemente célebre por las tragedias mineras en Coahuila que «son responsailidad de la Secretaría de Economía», pero que evidencian, otra vez, irregulares condiciones laborales, DEL TRABAJO. Y ni qué decir de su actuación con el sector sindical.
En Yucatán también se cuecen habas. Tenemos, por ejemplo al arquitecto Jesús Rivero, diseñando la fachada de la Comunicación Social en el Estado, con acabados de lujo que incluyen grandes gastos en entrevistas de radio, esquelas en todos los medios impresos cuando la ocasión lo amerita, apariciones en televisión local y nacional y hasta the Amazing Race visitó «la «Riviera maya de Yucatán» y su fastuoso hotel Mayacoba.
Loas gobernantes no son «todólogos», pero es su obligación rodearse de personas eficientes que, si fallan, adiós. En fin, que a un año de que finalmente termine este sexenio y quinquenio en Yucatán, uno se pregunta cómo es posible tener mandatarios con el «síndrome Mejía Barón» y se guardan los cambios que debieron hacer.

 

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