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Mérida, ya es hora

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Mérida, ya es hora

Es la fiesta de cumpleaños. Tiempo de reflexión sobre lo que estamos perdiendo.

Por José Luis Preciado

En reciente libro que publicó el Ayuntamiento de Mérida, encontramos la línea de acción que permite conocer mejor a la capital de Yucatán y hallar los nichos de competencia que buscan los inversionistas, sin perder de vista el contexto histórico que la ubica entre lo colonial de su plaza y centro histórico y los nuevos desarrollos en donde hoy habita un millón de personas.
Decía el poeta izamaleño Ricardo López Méndez «El Vate»: «No es bueno quedarnos para siempre en el balcón de la nostalgia», y tiene razón, sin embargo para una ciudad, como Mérida, que se ha convertido en la más importante de la península y sur de México, no es sano olvidar su origen, -ya no debemos construir edificios de aire sobre bases arqueológicas-, de lo contrario seremos igual que cualquier otra Ciudad de México o del mundo, con sus campos de golf y sus edificaciones estándar. En la historia hay bases para el desarrollo y modernidad, el turismo viene a mirar y aprender del pasado y a viajar aún más allá, en las maravillas mayas de Chichén Itzá -ahora con su espectáculo audio lumínico, que nos invita a recorrer sus caminos y mirar la belleza de sus edificios, iluminados y con nueva narrativa que cuenta el pasado de los mayas de Yucatán, allí están por supuesto Uxmal y muchas otras más de notable y distinta belleza.
Aquí como en Valladolid, Mérida queda en medio de todo, por ello es de suma importancia, el recuperar el centro histórico y eventualmente pensar en un cierre parcial del mismo, sería un gran avance y nos permitirá aumentar la pernocta del visitante -hoy es menor a las dos noches-.
Este libro de Mérida, Momento y Oportunidad, condensa el pasado, presente y futuro -solo si se atiende el llamado- de una gran ciudad, enredada entre intereses de grupos sociales y económicos, pero con una idea muy egoísta de lo mucho que podríamos crecer si nos ponemos de acuerdo en un solo modelo de ciudad, que nos haga respetar su gran pasado y el enorme futuro que le depara.

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