Mérida, que te canten Manzanero, Esquivel, Los Juglares, las asociaciones de amigos de la trova y muchos más, yo quisiera imaginarte en movimiento, haciendo gala de esa ciudad culta, comercial, de buena calidad de vida, como se te cataloga en el sureste…
Empiezo con una palabras para la festejada:
Mérida, que tu vida este siempre junto a corrientes de pensamiento abierto y moderno; ese que sea capaz de hacer que conviva la gloria de tu pasado, el hoy vivo y un futuro donde quepamos todos en creativa armonía.
Pero una vez apagadas las 474 velas, vamos a debatir sobre Mérida, esta la ciudad que todos queremos, pero no todos remamos para hacerla coincidir en un mismo punto: su grandeza. Vamos a conciliar, buscando esas diferencias y acercando posiciones, establecer un serio diálogo, norte-sur, pasando por el centro histórico, borrar de la mente y del mapa, la idea de que existen varias Méridas en un una sola; la sur, Oriente y poniente con pocas inversiones e infraestructura, la del norte cargada de modernidad y de contrastes, por que aún allí en el norte existen grandes rezagos en calles, iluminación, agua potable, recolección de basura y muchos otros servicios.
Se dice que Mérida es territorialmente igual o más grande que Guadalajara que nos cuadruplica el número de habitantes, con la diferencia que en la perla de Occidente se crece hacia arriba, aquí lo hacemos en primera y si acaso segunda planta y hacia todos lados, sorprendiendo a todos el número creciente de nuevos fraccionamientos, la mayor parte carente de servicios, incluso sin municipalizar.
El claxon y las calles
En Yucatán circulan unos 670 mil autos de los cuales, casi 500 mil lo hacen por la capital, es decir medio millón de unidades, para la misma infraestructura vial, lo más nuevo es el paso deprimido, el resto han sido algunas avenidas en puntos ajenos al conflicto, como son Montejo, García Lavín, Canek, Avenida Yucatán, Av. Internacional o aeropuerto y las céntricas donde no hay nada que hacer, eso dicen. Repensar a la ciudad, trazarla a futuro mediato e inmediato se ha vuelto fundamental y no sólo para abrirle paso a los autos, no al contrario, para dejar el auto en casa, con un buen servicio de transporte, -que hoy ni en sueños existe-, incentivar el uso de la bicicleta, tampoco aquí se avanza, los nuevos espacios habitacionales se siguen construyendo con vialidades aptas para tiempos de la carreta.
Este debate, lo vamos a empezar por nuestro centro histórico, allí donde todos los proyectos de preservación han fracasado, las únicas casas que están quedando de pie, son de los extranjeros a los que si les interesan y la están rescatando, ¿se supone que existe un Patronato del Centro Histórico de Mérida, abocado a propiciar el rescate de esas casonas y calles?..¿dónde está Raymundo Vargas León?..
El mismísimo Paseo de Montejo, sigue sin conocer el paradero de aquellos diez millones de pesos que se habían presupuestado para hacer un proyecto ejecutivo de rescate, la zona de la Plancha, ahora en manos del estado, no contempla ningún recurso para este año. La única buena noticia es que hay cien millones para la avenida Colón. No quiero ofender, pero es más urgente rescatar al centro histórico, que hacer el Palacio de la Música, -será otro recinto del centro-, un espacio al que sigo sin verle el chiste o motivo, allí le vendría muy bien una concha acústica al aire libre, pero bueno, donde manda Tovar y de Teresa, no gobierna Metri; es decir hay una lana federal, pero es para….
¡Vamos alcalde y gobernador!, hagan valer sus buena amistad, hagan algo más por la recuperación de esa Mérida.
Por José Luis Preciado
