Tizimín, Yucatán, 25 de julio de 2010.- Unos 200 de productores, provenientes de una veintena de comunidades de Campeche, Quintana Roo y Yucatán, participaron en el inicio de los ciclos de transferencia de los pastos mejorados, una propuesta científica para reducir costos en la alimentación del ganado y garantizar al hato una dieta con altos índices de proteína, aún en condiciones extremas de estiaje, y del nuevo sistema silvopastoril intensivo (SSPI).

En el auditorio del Instituto Tecnológico de Tizimín, los productores escucharon con atención dos conferencias sobre las alternativas de ganadería del futuro. La primera, sobre el establecimiento y ensilaje de las cuatro variedades de pastos mejorados. La segunda, sobre el nuevo sistema silvopastoril intensivo, que poco a poco se abre paso a nivel mundial.

El curso fue teórico y práctico. Después de escuchar las dos conferencias, los productores, incluyendo un grupo de mujeres de Dzonot Carretero, se fueron, machete en mano, a cortar las varetas de pastos mejorados establecidos en los terrenos del Tecnológico de Tizimín. Esas varetas les servirán para establecer semilleros del nuevo material genético en sus ranchos.

La bienvenida estuvo a cargo de Artemio Pérez, quien expresó su confianza en que el curso aliente producción de ganado bovino y ovino en la zona. Agradeció a la Fundación Produce por llevar la transferencia tecnológica al Oriente y a Benjamín Ortiz, por transmitir sus conocimientos sobre los pastos mejorados de una manera sencilla, comprensible para los productores.

Luego, el presidente de la Fundación Produce Yucatán, Pedro Cabrera Quijano, agradeció la participación de los productores, a quienes les dijo: “en estos cursos, ustedes tiene la oportunidad de conocer las innovadoras propuestas de solución que los investigadores dan a sus principales problemas y, al mismo tiempo, escuchamos su voz, fruto del trabajo diario y de su experiencia, para mejorar esas alternativas”.

-Hoy, estamos al corazón de la zona ganadera de Yucatán para transferir dos paquetes tecnológicos encaminados a mejorar una actividad que fue un orgullo de nuestros padres y abuelos. Reitero, traemos propuestas, no imposiciones. Son el resultado de años de investigación, pero de ustedes depende su éxito en la práctica -agregó

Una de esas propuestas es un nuevo modelo silvopastoril intensivo, que se basa en el aprovechamiento del uaxim. La segunda propuesta son los pastos mejorados, que paso a paso demuestran que son una alternativa para bajar costos de la alimentación del ganado; para reducir la dependencia a la importación de granos, y  para garantizar una dieta balanceada al hato, aún en condiciones de extrema de sequía, como la que padecimos en los últimos dos años.

A su vez, el presidente de la UGROY, Luis Cepeda, recalcó que por ahora Yucatán goza de las lluvias, condición que favorece el crecimiento de los pastizales. Pero en épocas de sequía, los pastos mejorados son necesarios para la alimentación del hato.

El doctor Benjamín Ortiz precisó que en 2008 se perdieron 13 mil cabezas de ganado en Yucatán a consecuencia del fuerte estiaje pero el año pasado, la sequía no causó un efecto tan grave gracias a la propagación de los pastos mejorados en ranchos pequeños, medianos y grandes.

El investigador pidió a los ganaderos su ayuda para establecer bancos de biomasa, las cuales, recalcó, son “bancos de dinero” porque los pastos mejorados alcanzan buenos precios en el mercado y son cada vez más pedidos por ganaderos de Veracruz, Tabasco, Chiapas, Quintana Roo y  Campeche, entre otras entidades del país.

“Cabe recalcar que las semillas que regalamos en los cursos no son para que, al rato, cuando regresen a sus ranchos, se lo den de comer a su ganado o los vendan. Sabemos que está dura la crisis, pero esas semillas son para la transferencia. Repito, con su apoyo, los pastos mejorados se pueden multiplicar como plaga”, indicó.

En el curso participaron ganaderos de Quintana Roo, Halachó, Akil, Hocabá, Tepakán, Sucilá, Panabá, Buctzotz, Dzoncauich, Temax, Sinanché, Valladolid, Tizimín, Espita, Cansahcab, Telchac Pueblo y otros que llegaron de poblaciones de Campeche y Quintana Roo.