En un hecho insólito y macabro a la vez, fue instalado a la altura del kilómetro 33 de la carretera federal Mérida-Progreso, en horas de la madrugada, un altar satánico con dos animales decapitados, lo que se supone es un rito diabólico.

Nadie que pasara temprano, en su mayoría ciclistas y caminantes, pudo evitar cimbrarse de miedo al ver el altar y sobre un trapo rojo había una pequeña cabra blanca desmembrada y cada pata apuntaba a cada uno de los cuatro puntos cardinales.

También había una gallina colorada cuya cabeza colocaron en el otro extremo de la manta, así como cocos partidos a la mitad, veladoras, una copa de vidrio con agua a la mitad, dinero en monedas y otros sortilegios.

Se supone que los animales fueron matados en otro lugar, ya que no había rastros de sangre en el sitio, permaneciendo el altar hasta horas de la tarde sin que alguien haya tenido el valor de desbaratarlo.

Existen muchas sectas en varios lugares que dan culto a Satanás, se auto flagelan y los ritos siempre son a medianoche o en horas de la madrugada; muchos toman sangre del ser sacrificado, se echan el humo de los puros y practican sendas orgías.
Debemos creer que las sectas están acá, conviviendo con nosotros y este rito es para llamar la atención y lo hacen de forma oculta todo el tiempo.

Esto es una manera de marcar su territorio, en este caso el puerto; la sábana o tela roja significa sangre y muerte, así que se sepa que algo viene y es malo para la ciudad, así que no se asombren que en breve aparezca uno dentro del puerto.

Es un altar realizado por personas conocedoras del culto al diablo, con todos los elementos antes descritos, y la única forma en que se pueden proteger es con la armadura de la oración y el ayuno ante esta embestida del ángel caído.

Fuente: Por Esto!