Hasta en la basura y los baches hay filosofía
Por José Luis Preciado.
Se va el PRI del Ayuntamiento de Mérida, y lo hace de una forma muy patética, penosa, arrastrando la cobija, portándose de una forma absolutamente irresponsable, dejando a los ciudadanos tirados, pareciera ser una venganza política por haberlos reprobado el primero de julio, pero al enterarnos de que a los recolectores de basura les deben dinero desde julio del año pasado, se puede ver que allí no había orden ni rumbo desde entonces.
Sin embargo hay algo que los políticos no están entendiendo y aquí está la riqueza de esta mala racha por la que pasa Mérida y sus habitantes, con el problema de la recolección de basura, los baches y los moscos hay un movimiento civil inesperado, los vecinos se están organizando para resolver sus problemas, el primer paso ha sido salir a manifestarse tirando la basura, formar barricadas, patrullar sus calles y pedir a los vecinos que saquen sus cacharros y vayan a la avenida principal o parque, la amenaza es dirigirse luego al palacio municipal. Otros vecinos de Santa Isabel, esto en Kanasín, fueron más allá en la organización de su colonia, compraron cemento y material y ellos mismos comenzaron a bachear sus calles, lo hacen de manera rústica y primaria, pero lo están haciendo. Ello supone la mejor lección. Le están dando una bofetada a sus alcaldes, les mandan decir que fueron sirvieron casi para nada y que nunca los van a olvidar, en Kanasín votaron contra el PAN y en Mérida contra el PRI, en el caso de Mérida el tricolor podría quedarse en la banca unos 15 años, en Kanasín en poco tiempo olvidan.
A los políticos de hoy les está pasando lo que a los padres irresponsables, llega el abuelo a salvar a la familia o de plano se organiza los hermanos para hacer frente al problema. Se trata de la mejor lección de la sociedad civil organizada. Es de suponer que después de este problema la gente será mucho más crítica con sus gobiernos. Cumplen o como dijo George Bernard Shaw: “los políticos son como los pañales deben cambiarse todo el tiempo… por las mismas razones”.
