Izamal, Yucatán, a 18 de junio de 2013.- El dios Kin acudió al llamado, los vientos de los puntos cardinales lo condujeron a la explanada donde el copal y la voz del mar le hicieron escuchar las peticiones; ahí, Emilio Guadalupe Chan Sanguino, sacerdote maya de Huhí, le pidió ayuda para abrir la mente de aquellos que, como él, atesoran una preciada herencia, el don de curar con sus manos y las plantas de esta tierra.

El j’meen purificó el recinto que alberga el Segundo Encuentro de Médicos Tradicionales Mayas, evento en el que participan personas provenientes de 90 municipios del estado.

Posteriormente, con la ayuda del curandero Asunción Gamboa Silveira, oriundo de Kantunil, don Emilio entonó  un legendario rezo aprendido de sus 16 abuelos sacerdotes, maestros que le enseñaron el poder que tienen  las flores, semillas y hierbas, ocultas celosamente por los guardianes del monte.

«Ilumina la mente, da el conocimiento, deja que sepamos para que podamos curar con tu luz y tu protección», imploraba en lengua maya mientras sus brazos señalaban hacia el sol.

En la ceremonia  la directora del INDEMAYA, Elizabeth Gamboa Solís, refirió que dentro de las actividades de este seminario figuran pláticas sobre el marco legal que rige esta práctica ancestral, así como mesas de trabajo, moderadas por expertos en las áreas de salud e integrantes del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY).

«Uno de los objetivos es actualizar el censo de curanderos y parteras con el que contamos. Hasta el 2005 teníamos el registro de 250 personas dedicadas a esto; pero además queremos darles herramientas para mejorar sus jardines botánicos y compartir nuevas recetas para que sigan curando», manifestó la funcionaria.