CIUDAD DE MÉXICO (EL UNIVERSAL).- De mantenerse las estadísticas, a mediados de 2019 el Tsuru de Nissan cumplirá 19 años como el auto asegurado más robado en el país.
En 2000 sustituyó al “vocho“, el Volkswagen Sedán, del primer lugar en la lista negra, y dos décadas después, sus piezas se cotizan en el mercado ante la falta de refacciones.
Cifras de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) indican que se robaron 6 mil 289 unidades en el país al cierre de 2018, una caída de 41% en comparación con 2017.
Sin embargo, debido a que el parque del Tsuru sigue elevado, superando un millón y medio de unidades, se prevé que esta submarca se mantenga en primer sitio de los más sustraídos.
Se dejó de producir desde 2017 y ya no se vende, pero sigue siendo un auto que muy común.Ante este tipo de situaciones, cuando se deja de producir un modelo, “seguiremos teniendo robo de Tsuru por un buen rato“, dijo el director general de la AMIS, Recaredo Arias.
Ser fácil de hurtar y considerado uno de los autos más inseguros en el mercado mexicano, fueron los dos principales factores que llevaron a Nissan a dejar de fabricarlo. No obstante, se popularizó como el modelo preferido entre taxistas y para cometer delitos.
Datos históricos de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) muestran que en 2018 todavía se vendieron 24 Tsurus en el mercado mexicano. Las cifras del organismo indican que en marzo de dicho año se colocaron las últimas tres unidades en el país.
