Clausuran 150 desarrollos costeros, no tenían autorización en impacto ambiental, «les recuerdo que es una obligación para construir en esas zonas protegidas», dijo José Lafontaine, Delegado Profepa Yucatán. La multa se impone de acuerdo al daño ambiental causado y se calcula en UMA.

Hasta hace algunos años, los cenotes, que abundan en el estado de Yucatán, pasaron inadvertidos para los turistas nacionales y extranjeros; hoy, en cambio, se han convertido en una importante fuente de empleo para cientos de familias indígenas que a través de cooperativas ofrecen en ellos sus servicios.

Son numerosas las personas que buscan momentos de relajación o descanso en las refrescantes aguas de los cenotes o acuden a las piscinas que se han construido en las principales cabeceras municipales.
Cuzamá, localidad ubicada a 48 kilómetros de la capital, cuenta con un anillo de cenotes que atrae a muchas personas de espíritu aventurero.

Para trasladarse a estos sitios se sube uno a antiguos “trucks”, pequeños carros que se deslizan sobre rieles Decauville jalados por caballos y que atraviesan tramos de monte bajo.
En los cenotes se puede nadar, bucear y disfrutar de su fauna marina.
Arsenio Pech Couoh, presidente de la cooperativa Parador Turístico X´Tohil, explicó que por conflictos entre los habitantes de Cuzamá y Chuncanán, hace dos años se separaron y decidieron conformar la cooperativa actual integrada por 34 de 50 potenciales socios, a quienes se les paga 40 pesos por viaje en temporada alta y 20 pesos en temporada baja.a href=»https://www.revistayucatan.com/v1/wp-content/uploads/2010/09/140910cdi-muna-parador.jpg»>