La Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) tiene el fuerte compromiso del Gobierno Federal de proteger todos los cuerpos de agua del país, pues se considera fundamental el manejo sustentable del recurso hídrico como principio rector para la conservación del medio ambiente y las tierras silvestres, señaló su Director General, José Luis Luege Tamargo, al participar en el Congreso Internacional de Tierras Silvestres “Wild9”.

Por ello, indicó que actualmente la dependencia a su cargo trabaja en el desarrollo de una Norma Mexicana (NMX) que establece el Procedimiento para la Determinación del Caudal Ecológico en Cuencas Hidrológicas, la cual permitiría establecer un punto de equilibrio mínimo entre la demanda de agua para satisfacer las necesidades humanas y la subsistencia de los ecosistemas.

Al participar con la conferencia “Avances en la conservación del agua y las tierras silvestres de México”, Luege Tamargo hizo un recuento de las principales acciones que se realizan a nivel nacional para promover el manejo sustentable del recurso hídrico, trabajo que se realiza en coordinación con otras dependencias federales, instituciones educativas y organismos no gubernamentales.

En tal sentido, señaló que para asegurar la sustentabilidad ambiental de nuestro país, es necesario lograr que la administración del agua considere los efectos que tienen las actividades productivas sobre el medio ambiente. “Los caudales ecológicos son la base para alcanzar el desarrollo sostenible: equilibrio entre el uso del agua y su conservación”, añadió.

El funcionario federal adelantó que la NMX, que se publicaría el año próximo, tendrá la flexibilidad necesaria para reconocer todas las variables que se presentan en nuestro país, manteniendo una metodología con rigor técnico y que además buscará sistematizar las diferentes metodologías que existen para determinar el caudal ecológico e identificar cual es la mejor para cada caso.

Una vez publicada deberá de ser observada por cualquier persona que tenga interés en determinar el caudal ecológico; quienes pretendan ejecutar obras de infraestructura que puedan modificar el caudal de los ríos y naturalmente por la Conagua en su carácter de administrador de las aguas nacionales.

Es importante mencionar que la norma establecerá un procedimiento, un lenguaje, y criterios comunes y homologados entre todos los interesados, ya sea  autoridades gubernamentales, organismo no gubernamentales o sociedad organizada.

Los elementos esenciales de la norma son cuatro: La determinación de los tramos o secciones del cuerpo de agua donde se realizará la evaluación; la determinación de la importancia ecológica y grado de conservación de los tramos; la determinación de las presiones de uso a las que está sometida la corriente de agua y la determinación del ciclo hidrológico.

En ese mismo orden de ideas mencionó que el trabajo de la NMX  para determinación del Caudal Ecológico tiene como base las experiencias de los estudios realizados en nuestro país en los ríos Conchos, San Pedro y Mezquital. Además de incorporar la experiencia  internacional en la materia y cuenta con el apoyo de expertos de España y de Australia.

Cabe resaltar que durante el desarrollo del anteproyecto de norma, que se presentó hoy, han participado todas las instituciones integrantes del sector ambiental del gobierno federal como el Instituto Mexicano de Tecnología de Agua, el Instituto Nacional de Ecología, la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, en alianza con WWF-México y la Fundación Gonzalo Río Arronte.

Finalmente el Director general de la CONAGUA  menciono que los trabajos de la norma continuaran durante el siguiente año y que es una prioridad de su administración que la Norma se publique en 2010.

Otro de los temas que abordó durante su participación es que se trabaja en un Inventario Nacional de Humedales, el cual servirá para determinar el estado actual de esos ecosistemas, conocer los bienes y servicios que proporciona y plantear medidas para su conservación y manejo sustentable.

cenotes, entre los cuales se incluye realizar un inventario de esos cuerpos de agua, regulación de las actividades que se realizan en torno a ellos, impulsar programas de saneamiento y contar con los ordenamientos legales que permitan su protección y conservación.