Mérida, Yucatán, a 14 de junio de 2010.- Si bien es cierto que la actual administración municipal liquidó la mayor parte de la deuda pública, el Ayuntamiento de Mérida que iniciará el próximo primero de julio, tendrá que ajustarse al presupuesto establecido, toda vez que, según se desprende de la cuenta pública, los recursos ya están asignados a programas específicos.
Datos obtenidos a través de mecanismos de transparencia, indican que para el segundo semestre del presente año habrán de ejercerse alrededor de 888 millones 968 mil 402 pesos, de los cuales alrededor de 354 millones de pesos corresponden a nómina, mientras que 236 millones 278 mil 731 pesos están comprometidos para obra pública.
Asimismo, destaca el hecho de que el Capítulo 4000, de subsidios y transferencias, demanda un promedio de 23 millones de pesos mensuales para mantener la operatividad de varios programas de tipo asistencialista y de desarrollo social, por lo que en lo que resta del año habrán de aplicarse en ese rubro cerca de 138 millones de pesos.
Una revisión de los restantes capítulos que integran el presupuesto, demuestran que el gasto corriente (además de la nómina) requiere de un flujo de efectivo de alrededor de 18 millones de pesos mensuales, lo que limita aún más el recurso disponible por mes.
El gasto promedio mensual de la Comuna oscila entre los 137 y 157 millones de pesos, según se refleja en los informes mensuales proporcionados por la Hacienda municipal, de esa manera, el gasto que resta para concluir el año corresponde a lo presupuestado y etiquetado.
Información recabada indica que el Cabildo autorizó un presupuesto para 2010 de mil 694 millones 907 mil 819 pesos, de los cuales se habrán ejercido al finalizar julio cerca de 936 millones de pesos, con lo que habría recursos disponibles para el resto del período por el orden de 787 millones de pesos.
A lo anterior, debe agregarse el hecho de que el presupuesto autorizado en diciembre de 2009, tuvo una modificación negativa en enero del 2010, toda vez que, según consta en el aviso presupuestal de ese mes, hubo una reducción de 56 millones de pesos al Ramo 33, cuya repercusión en la aplicación de recursos federales todavía no se ha estimado públicamente.
Resulta significativa la reducción de recursos procedentes de ese Ramo, toda vez que sus reglas de operación permiten su canalización para complementar programas federales que, por normativa, requieren de aportaciones municipales para ser liberados y, consecuentemente, aplicarse en infraestructura social u otros programas.
En total, de los poco más de 888 millones de pesos disponibles en el Ayuntamiento para el semestre, sólo habría alrededor de ocho millones de pesos mensuales que podrían otorgar cierto margen de maniobra a las nuevas autoridades.
Por otro lado, si consideramos que una de las principales propuestas de campaña de la alcaldesa electa, Angélica Araujo Lara, fue la de otorgar un subsidio de aproximadamente seis millones 500 mil pesos al transporte, se agotarían los recursos presupuestados, que en ningún apartado prevén este gasto.
El siguiente gobierno municipal tendría autonomía en la programación y ejercicio del presupuesto de 2011, cuando sería factible elaborar un proyecto acorde a las metas que se han fijado y distribuir los egresos en atención a ello.
