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Pequeñas víctimas

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Pequeñas víctimas

En los últimos tres años se registraron en Yucatán 15 infanticidios; es decir, alrededor del 10% de los homicidios dolosos que se reportan en el estado.

El más reciente crimen contra un menor ocurrió la noche del pasado miércoles 22 en la colonia Santa Cruz, en Umán. Es el tercer caso de infanticidio que se conoce en ese municipio en los últimos 13 meses.

De acuerdo con datos del Centro Estatal de Estadísticas del Fiscalía General del Estado, el 60% de esos asesinatos fue cometido por los padrastros de las víctimas; en el 15% fue la madre y el 25% restante el padre u otra persona ajena a la familia. Las edades de las víctimas fluctúan de 1.5 a ocho años.

La información oficial también indica que los crímenes sucedieron en familias disfuncionales, con antecedentes de violencia y/o adicción a los narcóticos o alcohol. En el 95% de los casos los presuntos responsables estaban alcoholizados o drogados.

El principal móvil de los ataques contra los menores de edad es porque no dejaban de llorar y en su desesperación los supuestos agresores los mataron. Golpizas y asfixia son las principales formas de quitarles la vida.

La mayoría de los victimarios contaba con un historial de violencia y antecedentes de adicción.

Según datos de la Fiscalía, el más reciente crimen de este tipo ocurrió en la colonia Santa Cruz, en Umán. El menor J.A.P.P., de 1.5 años de edad, fue brutalmente asesinado. Todo parece indicar que el homicida es el padrastro.

El cuerpo del infante fue encontrado por la madre cuando regresó de laborar. Al llegar a su vivienda halló al bebé en la hamaca, envuelto en un cobertor. Al destaparlo se percató que tenía destrozada la cara.

La madre solicitó el auxilio de sus vecinos. El cuerpo del niño fue llevado a la clínica del IMSS de la localidad, donde le informaron que ya tenía varias horas de fallecido.

La necropsia determinó que la causa de la muerte del niño fue por choque hipovolémico secundario a un trauma abdominal cerrado. Tenía el rostro casi destrozado, golpes en la zona occipital, en el pecho y tuvo hemorragias internas, lesiones que le causaron la muerte.

El presunto homicida, identificado como José Javier Pacheco Várguez, está prófugo de la justicia. El sujeto tiene antecedentes de violencia y ha ingresado en cinco ocasiones al Cereso, acusado de diversos delitos.

Por los antecedentes delictivos la mujer tenía que salir a trabajar y Pacheco Várguez se quedaba bajo el cuidado del infante.

La carpeta de investigación que abrió la Fiscalía se trabaja sin detenidos, por lo que en las próximas horas se solicitaría la orden de aprehensión para su captura.

El infanticidio previo al ocurrido en Santa Cruz fue en febrero de 2016. La Fiscalía imputó a Nadia Eulissa N. K., de 23 años, por su presunta participación en el homicidio en razón de parentesco, en el que perdió la vida su hijo David N. K., de siete meses, en la comisaría umanense de Ticimul.

Según la investigación, Nadia aprovechó la ausencia de su madre para asfixiar al menor en la hamaca porque el bebé no paraba de llorar. Posteriormente intentó cortarse las muñecas.

En julio de 2014 ocurrió un hecho similar en Kaxaytuc, Tzucacab, donde Sergio Sulú Suárez, de 27 años, mató a golpes a su hijo de tres meses. El homicidio fue porque mientras él sostenía relaciones sexuales con su esposa el niño no dejaba de llorar. Molesto, el hombre golpeó al pequeño hasta que se calló. Tras un juicio abreviado, Sulú Suárez fue sentenciado a 20 años de prisión.

El reciente infanticidio en Santa Cruz causó gran consternación e indignación entre los pobladores.

Jesús Alejandro Pacheco Poot, de un año y medio de edad, falleció el pasado miércoles en la noche a causa de las presuntas agresiones recibidas por su padre José Javier Pacheco Várguez, de 22 años.

De acuerdo con los reportes policíacos, los hechos ocurrieron en la casa 123 de la calle 10 entre 27 y 29 de la colonia Santa Cruz, predio hoy asegurado por la Fiscalía bajo la carpeta de investigación A3-A3/000421/2017.

Presuntamente el sujeto golpeó al niño mientras su esposa María Poot Cauich, de 22 años, fue a su primer día de trabajo en una céntrica tienda de ropa. Pacheco Várguez estaba desempleado.

El cadáver fue llevado al Semefo para la autopsia de rigo.

Pacheco Várguez era conocido por sus vecinos como una persona que no buscaba un empleo fijo, además de alcoholizarse e inhalar resistol. Lo calificaron de ser una persona muy violenta con su familia.

Lugareños señalaron que horas antes se vio a Pacheco Várguez comprando cervezas mientras su esposa se fue a trabajar, por lo que se quedó al cuidado de sus hijos Jesús Alejandro y José, este último de tres años.

También se comentó que unos días antes María Poot y sus hijos lo abandonaron porque él golpeó a la mujer, pero a la semana regresaron por motivos desconocidos.

Hasta el cierre de la edición el cuerpo no ha sido entregado por el Servicio Médico Forense, pero se anticipa que se agilice el proceso para que sus familiares puedan darle sepultura.

Trascendió que los parientes del presunto agresor alegaron que la causa del fallecimiento fue porque el niño se cayó.

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