Los charros y las escaramuzas tomaron anoche el Paseo de Montejo durante su tradicional desfile a caballo en el marco del Día Nacional del Charro, que culminó con una ofrenda floral en el Monumento a la Patria.
Representantes de diversas asociaciones de charros de Yucatán arrancaron el desfile multicolor desde el “Remate”.
Cerca de un centenar de equinos recorrieron todo el derrotero; cada asociación de charros y sus bellas escaramuzas llevaban sus estandartes representativos, que llamaron la atención de ciudadanos locales y foráneos.
El Instituto del Deporte del Estado de Yucatán llevó a cabo una ceremonia en el Monumento a la Patria, en la que participaron los charros.
David Zaldívar López, presidente de la Asociación de Charros “Hermanos Zaldívar”, informó que ayer fue el Día Nacional del Charro en todo México y la charrería en todo el país es una tradición de más de 100 años.
El precursor
En Yucatán, el precursor de la charrería fue don Agustín Sánchez Antuñano, quien llegó del Centro de la República.
Es por eso que el lienzo charro de la colonia Miguel Alemán lleva su nombre.
Fue don Agustín quien enseñó a varias personas, entre ellos a Mundo Lizarraga y Fernando Gamboa, por citar algunos, mencionó Zaldívar López.
“Ellos reprodujeron sus conocimientos y extendieron la charrería en Yucatán. Hoy en día la charrería en Yucatán es muy fuerte, hay muy buenos equipos, hay muchos lienzos charros, se practica mucho, no al nivel del Occidente y el Centro del país, pero el nivel es muy alto”, resaltó.
En Yucatán se calcula que hay al menos unos 15 lienzos charros, “y vamos a ir construyendo más”, añadió Zaldívar López.
Deporte sano y caro
La charrería es un deporte sano que cada día llama a más jóvenes; hay que entrenar mucho, hay que estar en forma, hay que hacer mucho ejercicio, no es esa imagen que proyectaban las películas de la época de oro del cine mexicano que llegaba Pedro Infante borracho y se subía al caballo, añadió el entrevistado.
Los charros no somos borrachos, somos deportistas que tenemos una disciplina que seguir, recalcó.
El único problema de la charrería como deporte es que es muy caro, no cualquiera puede acceder, si un muchacho quiere aprender, sino cuenta con el apoyo de sus papás que le compren un caballo, que lo inscriban en un lienzo, no hay manera, mencionó Zaldívar López.
“Muchos de los muchachos que actualmente están ‘charreando’ son hijos de caballerangos, instructores, arrendadores, gente humilde que vive y se desenvuelve en los lienzos, son los que se hacen mejores charros”, dijo.
