Un buen número de gente disfrutó ayer del mar y la arena en Progreso, pero para ser domingo de vacaciones ese número fue considerado como modesto, pues las expectativas eran mayores.
Aunque en la carretera Mérida-Progreso desde temprano hubo un importante movimiento vehicular, lo cierto es que en el puerto hubo gente pero no la que se esperaba.
Fue el tercer fin de semana de vacaciones, pero Progreso no estaba a reventar. Prestadores de servicios, hoteleros, restauranteros, vendedores y demás esperan que lo bueno empiece la próxima semana o incluso al inicio del mes de agosto.
Si bien la mayoría en las escuelas salieron de vacaciones a finales de junio, los del calendario de 200 días concluyeron apenas el viernes y pues muchos maestros siguen también en las labores administrativas del fin de curso escolar.
Además, explicó un mesero versado en el tema, la mayoría de gente tiene sus vacaciones en agosto, pues “sólo los del gobierno echan la hueva bien, los dos meses”.
El clima a las 2 de la tarde marcaba los 30 grados centígrados aunque el viento se sentía fresco, pues soplaba a 14 kilómetros por hora. Se sentía el calor, el sol calaba pero las ráfagas de viento también refrescaban con lo que hacían agradable la estancia en la playa.
“No hay toda la gente que esperábamos, pero hay algo, está como en domingo normal”, señaló el amigo mesero.
Así, se pudo observar un importante movimiento de gente que todavía está llegando a los puertos de Progreso y aledaños, por lo que se espera un buen movimiento las próximas semanas. Desde Mérida y hasta el distribuidor vial de Progreso se observaba una importante presencia de vehículos, pero de ahí los autos tomaban la desviación para dirigirse a Telchac, Chicxulub, Chelem y Chuburná.
El pescado frito se vendió ayer a 100 pesos por ración o a 130 pesos el kilo, eso sí, con sus tortillas y ensalada. Para los que no cuentan con tanto presupuesto, están los kibis que se venden en todo el malecón o en la playa.
Para los naturistas, hay también frutas, como mango o jícama, pero a unos y otros no puede faltar la cerveza que se vende al por mayor en todo el puerto, con todo y un sinfín de menjurjes para tomarla estilo michelada, con chile, limón, chamoy, jugo de ostión y muchos otros.
Como parte de operativo vacacional se puede observar en la playa la presencia de elementos de la Marina que vigilan, así como rescatistas de la Cruz Roja al pendiente de cualquier situación que amerite su intervención. Sin embargo, alrededor de las 3 de la tarde se reportaba todo en calma y sin mayores contratiempos.
Aunque todo es fiesta y felicidad en la playa también hay cosas que molestan a los visitantes; una de ellas es que la autoridad municipal no hace nada para retirar los restos de sargazo sobre la arena, que no son muchos y con voluntad podrían ser levantados.
Además, muchas de las regaderas instaladas a lo largo del malecón están en mal estado, ya que sólo unas cuantas sirven. Otras están todas rotas y ni llaves tienen. Esta anomalía no ha llamado la atención de las autoridades del municipio.
Los vendedores ambulantes ofrecen prácticamente de todo: kibis, frutas, dulces, memorias USB con “miles de canciones”, salvavidas, lentes, sombrillas, sombreros, cestos para la ropa sucia, bocinas para escuchar música, lentes oscuros, gogles para nad
Todos esperan que la temporada levante y que las lluvias no pongan peros, pues es lo único que puede mermar la temporada que todos están esperando sea buena.