Acompañamos de nueva cuenta a nuestro amigo Mario Esquivel en esta aventura

Por Julio Leal Ortiz

¿Quieres probar experiencias nuevas? ¿Qué la adrenalina llegue a su límite mientras estás elevándote unos cuantos metros por dos potentes chorros de agua? Esta es tu oportunidad. El Flyboard viene de Francia y lo inventó Franky Zapata, ex-piloto de motos de agua en 2012. El diseño consiste en unas botas adaptadas a una base bajo los pies que cuenta con dos potentes propulsores de agua conectados a una manguera de 20 metros activada por la fuerza del motor de una moto acuática que al acelerar le da potencia de propulsión para despegar del agua.

El operador de la moto controla la presión del agua y la altura, mientras la persona que lo está practicando controla la dirección, así que puede flexionar las rodillas y desplazar su peso sobre el equipo que llevan sus pies. El Flyboard flota, así que se puede descansar en el agua en cada descenso debido a la fatiga que implica el equilibrio en el aire. A pesar de parecer un deporte sumamente complejo, en cuestión de minutos estarás “volando”, haciendo divertidos trucos como clavados, vueltas o saltos de delfín. Eso sí, probablemente puedas sentir que te elevas 10 metros cuando al ver tus fotos apenas alcanzaste 2 metros; quizá también al intentar saltar como delfín te ganes unos buenos panzazos, pero de verdad vale la pena practicarlo.