Mérida, Yucatán, a 23 de agosto de 2010.- El Ayuntamiento fue escenario de la confrontación de opiniones entre los grupos edilicios del PRI y del PAN, toda vez que se han dado una serie de reacomodos y ceses de empleados con la nueva administración.

Mientras que los regidores del Partido Acción nacional (PAN) sostuvieron que se han dado al menos 80 despidos injustificados, incluso de personal que tenía antigüedad de cinco a 17 años; el edil del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Omar Lara Pacheco minimizó el asunto, y dijo que eran cuestiones derivadas del cambio de enfoque en el trabajo.

A temprana hora, los concejales panistas convocaron a rueda de prensa, en la que señalaron que han recibido quejas de empleados por presuntos maltratos de sus superiores y que se han dado al menos 80 ceses injustificados.

“Algunos están en negociaciones y otros se irán a juicio, pero el problema es que a muchos les están dando 13 mil pesos por 17 años de antigüedad y siete mil de compensación y los amenazan que si siguen quejándose con nosotros ni eso van a darles”, puntualizó el regidor panista Luis Canto García.

Por su parte, la edil Lissete Mimenza Herrera agregó que se han dado casos de personas que han tenido que asistir al trabajo sin que se les asigne labor alguna, bajo la amenaza de levantarles un acta administrativa.

En ese sentido, Manuel Ávila Noh calificó la situación de “terrorismo, venganza y golpeteo político”.

En respuesta a las acusaciones de los panistas, el regidor priísta Lara Pacheco expuso que cada día se revisa el desempeño del personal de todos los niveles a fin de tomar decisiones que nos permitan servir mejor a la ciudadanía.

Dijo que uno de los propósitos de la administración municipal de Mérida es transitar de un sistema tradicional de trabajo hacia uno totalmente operativo.

El edil priista consideró que los cambios en la planta laboral son normales ante el inicio del gobierno municipal, ya que se requiere de gente que en realidad tenga “bien puesta la camiseta” y que responda a los propósitos de trabajo trazados por la alcaldesa, Angélica Araujo Lara.

Lara Pacheco consideró que las rescisiones de personal han sido mínimas si se considera que la mayoría de éstas se produjo de manera voluntaria y corresponde a empleados de confianza.

 “Son reacomodos normales que se llevan a cabo en todas partes, ya que el personal de confianza debe estar bien identificado con sus respectivos jefes y directores, y debe tener  la camiseta bien puesta para servir a la ciudadanía”, acotó.

Respecto a la mística de trabajo del actual gobierno meridano, el coordinador de la fracción priista añadió que se valora al personal con base en resultados y negó que los ajustes se traten de una “cacería de brujas”.

Como ejemplo de la revisión que cada día se lleva a cabo para supervisar que el personal del Ayuntamiento se desempeñe correctamente, Lara Pacheco manifestó que esta administración ha recibido quejas en el sentido de que desde hace años  los inspectores de mercados se presentan a trabajar con aliento alcohólico y por ello serán evaluados por medio de exámenes psicométricos y análisis clínicos.