Por Cap. José Góngora López
Llegar al municipio de Ixil (Lugar donde todo se eriza, en maya) significa vivir una enriquecedora experiencia, pues además de la belleza del lugar podemos disfrutar de sus vestigios coloniales y su producción agrícola.
Localizado a 45 minutos de la capital yucateca, desde el siglo XVII encontramos referencias históricas de este lugar, pues fue necesaria la edificación de numerosas trincheras para prevenir las incursiones de los piratas que asolaban las costas de Yucatán, con la intención de atacar las poblaciones más importantes de la Península. Así, la cercanía de Ixil con la ciudad de Mérida resultaba atractiva para los citados malhechores.
Este sitio, conocido precisamente como “Las Trincheras”, se localiza a 24 kilómetro hacia al norte de la cabecera municipal, donde se pueden apreciar dichas murallas coloniales.
En la población de Ixil destaca el templo católico dedicado a San Bernabé Apóstol, joya arquitectónica del siglo XVII y una de las primeras iglesias costeras en Yucatán, lo cual da lugar a los festejos que se celebran el 11 de junio, día dedicado a este Santo. Tanto en su exterior como en su interior, este magnífico santuario constituye una muestra del esplendor de la arquitectura colonial.
Otra particularidad es que fue en esta localidad que en 1919 encontraron un antiguo documento escrito en lengua maya, el cual resultó ser parte del Chilam Balam.
Por la dedicación y el cuidado de los agricultores, en este lugar se cultivan las exquisitas cebollitas que le han dado fama a la comunidad, siendo el único sitio del mundo donde se dan esos exquisitos frutos. Por lo tanto, solamente es posible adquirirlos a través de su mercado municipal o con algún habitante de este lugar.
Las cebollitas son para Ixil lo que la longaniza es para Valladolid o el barro para Ticul. Fueron traídas por los españoles después de la conquista, adaptándose poco a poco a las tierras pedregosas del mayab hasta convertirse en las cebollitas criollas que conocemos hoy. Es frecuente que las confundan con las cebollas cambray, sin embargo, las de Ixil con menos ácidas debido a que tienen una cantidad menor de resina. Son el acompañante clásico del poc-chuc, aunque perfectamente pueden utilizarse para suplir a las cebollas convencionales.
El anfitrión de nuestra visita a este poblado fue Don Miguel Ángel Orilla Canché, distinguido caballero que funge como cronista del Ixil de todos los tiempos, quien además de sus finas atenciones, nos deleitó con sus amplios conocimientos de los sucesos históricos de su pueblo natal, que nos relató pródigamente, demostrando su amplio conocimiento de la historia de Yucatán.
¡Qué enriquecedor es adentrarnos al interior de Yucatán y descubrir esas historias que nos llenan de orgullo para revalorar nuestra tierra y nuestra gente!
Cómo llegar:
- En automóvil hacia Conkal por la salida en la Avenida Yucatán; una vez allí, conduce 11 kilómetros hacia Chicxulub Pueblo (no confundir con Puerto) y luego, otros 5 km hacia la derecha, con dirección a Ixil.
- En autobús; lo puedes tomar en la Terminal del Noreste (Calle 67 por 50, Centro).
(*) capitanlocutor@hotmail.com