Así casi sin sentirlo, acaban de cumplirse 29 años de que trasmito en Radio Universidad Autónoma de Yucatán un programa radiofónico llamado “Cita con el recuerdo”. Como que me cuesta trabajo aceptar que he logrado hacer sin ninguna interrupción algo más de mil quinientos programas de esta serie que se trasmite los lunes de las doce a las doce treinta horas.
Este programa está muy emparentado con otro mío que se trasmite desde hace 28 años en la misma emisora los miércoles a la misma hora, y que se llama “Bajo el cielo de Cuba”. Aunque han pasado muchos años, sigo haciendo estos dos programas con mucho gusto, porque tanto la emisora, como yo tenemos testimonios de que son escuchados, y ese es el mayor gusto que puede tener un productor de programas de radio, como el que tiene quien escribe en un periódico y tiene testimonios de que es leído.
El año de 1987, cuando en agosto de ese año se iniciaron las trasmisiones de “Cita con el recuerdo”, fue un año muy importante en mi vida porque además de haber creado este programa, fue el año en que cumplí 15 años de desempeñarme, primero como maestro en la Facultad de Ingeniería Civil de la entonces Universidad de Yucatán (todavía no tenía el rango de “Universidad Autónoma”), y luego como director de cultura de la misma institución.
Por el tipo de contrato que tenía la Universidad de Yucatán con sus profesores y empleados administrativos, yo podía solicitar una pensión a los quince años de servicios, y opté por acogerme a esa prerrogativa y de manera casi instantánea logré crear el programa de radio y fundar, junto con un notable grupo de destacadas personas amantes de la canción yucateca, la Asociación de Los Amigos de la Trova Yucateca.
Mi gusto de siempre por la música de muy variados géneros, pero preferentemente la de corte romántico cantada en español, me había permitido hacer un archivo musical de buen nivel, que se incrementó bastante los años en que estuve a cargo del departamento de cultura de la Universidad de Yucatán y pude viajar a numerosos Estados de nuestra República y hacer algunos viajes a otros países como Cuba, Venezuela y Nicaragua y por donde iba siempre me daba el tiempo y las mañas para regresar trayendo discos de los de vinilo, de 33 revoluciones por minuto, los que a veces me querían decomisar en alguna aduana, pero que se salvaban cuando yo decía, poniendo cara de persona muy seria, que era productor de programas de radio, y nunca me vi en la triste situación de separarme de manera forzada y dolorosa de mis discos.
Al ver que tenía una buena cantidad de discos y que podría compartir mis gustos musicales con muchas personas si pudiera hacer un programa de radio con ellos, fue lo que me animó a visitar al Ing. Jaime Barrera Aguilar, quien en aquellos años era el director de cultura de nuestra Universidad, y quien luego de oírme con atención me pidió platicarle eso al antropólogo Irving Berlín Villafaña, que era el director de Radio Universidad de Yucatán, quien me pidió darle mayores detalles a la Lic. María Cecilia Zavala, quien era la jefa de programación de la emisora.
Luuego de comprobar que si tenía suficientes discos y que no caería en frecuentes repeticiones ni de artistas ni de canciones, me dijo que podía comenzar teniendo un espacio de media hora los lunes al mediodía, pero que antes tenía que ponerle nombre al programa y que debía preparar unos mensajes promocionales y seleccionar un tema musical para las entradas y salidas.
Una vez que decidí, y lo aprobó María Cecilia Zavala, que el nombre del programa fuera el de “Cita con el Recuerdo” tenía que seleccionar el tema musical que identificara al programa al incluir un fragmento del mismo al comienzo y al fin de los programas, y me di a la tarea de seleccionar una canción que tuviera en su música y en su letra un sentido de la nostalgia y del poder de los recuerdos y que fuera interpretada por un cantante en cuya voz hubiera ternura y dulces tonalidades.
En esos tiempos yo era parte en la Ciudad de México, como corresponsal en Yucatán, de una agrupación de coleccionistas musicales que producía unos discos de larga duración con voces y canciones presentes en los discos de 78 revoluciones por minuto (los de pasta que eran quebradizos) y me puse a revisar los discos que tenía de la Asociación Mexicana de Estudios Fonográficos, y en uno de ellos di con la canción que yo deseaba: una canción titulada “Recordar” de un autor italiano de apellido Borelli interpretada en español por un notable cantante bolerista mexicano llamado Luis G. Roldán (1910-1986) a quien se le conocía como “El Cancionero Romántico”.
Y así nació el programa radiofónico “Cita con el Recuerdo” que ya lleva 29 años de trasmisiones semanales ininterrumpidas en Radio Universidad Autónoma de Yucatán (en las frecuencias de 103.9 FM y 1120 AM, y por internet abriendo una ventana al mundo con www. radio.uady.mx). Siempre he sido un moderado comprador de música, pero sólo de la que creo que puedo utilizar en mis programas de radio, y en los últimos 25 años he podido viajar a países como Puerto Rico (ya sé que no es país, sino “Estado Libre y Asociado de los Estados Unidos”), España, Brasil, Panamá, República Dominicana, Colombia, Ecuador, Estados Unidos y Venezuela y traer muchos discos compactos.
También he tenido el gusto de conocer aquí en Mérida y en otras ciudades de nuestro país a generosos coleccionistas que me han dado mucha música, de tal manera que puedo seguir haciendo programas de radio de las series “Cita con el Recuerdo” y “Bajo el cielo de Cuba” hasta que Dios me lo permita, y sin que tenga que repetir ninguno de los de ambas series que hasta ahora se han trasmitido.
Finalizo esta colaboración con las más expresivas gracias quienes me han acompañado como radio escuchas de Radio Universidad Autónoma de Yucatán en estos gratos años. El correo electrónico del autor de estas colaboraciones de jueves y de domingos es el trovamus34@hotmail.com
