Mérida, Yucatán, a 30 de octubre de 2011.- El encuentro anual entre vivos y muertos a través del rito del Hanal Pixán (comida de las almas) fue recreado una vez más con la tradicional Muestra de Altares en la Plaza Principal de esta capital, en donde los yucatecos manifestaron sus usos y costumbres para recordar a los difuntos.

En el marco del Festival Anual de las Artes Otoño Cultural 2011, la gobernadora, Ivonne Ortega Pacheco, inauguró esta tradicional exhibición, en la se montaron más de 75 altares con las peculiaridades del hábitat de los municipios participantes y dependencias de la administración estatal.

El olor a incienso y guisos tradicionales, así como el sonido de los cantos, rezos y letanías, la mayoría en lengua maya, inundaron toda el área del zócalo meridano recordando a familiares y amigos que se adelantaron en el viaje largo de la vida, ante la mirada expectante de visitantes nacionales y extranjeros.

En cada una de las más de 75 mesas instaladas en la Plaza Principal, el aroma a flores, chocolate, elote, dulces y platillos como el pavo en relleno negro, blanco y escabeche, así como el tradicional “pib” estuvieron presentes, al igual que las bebidas y los artículos que más les gustaban los muertos.

Al dirigir un mensaje, la titular del Ejecutivo llamó a luchar para mantener viva esta tradición  en recuerdo de los difuntos, “para no olvidar a los que nos heredaron esta tierra en donde vivimos y fortalecer nuestro sentido de identidad y pertenencia, para continuar compartiendo lo que es Yucatán”.

Acompañada del director del Instituto de Cultura de Yucatán (ICY), Renán Guillermo González y autoridades de los poderes Legislativo y Judicial, la mandataria destacó el esfuerzo hecho por los habitantes de los municipios participantes en la muestra, al tiempo que recordó al ícono del teatro regional, Wilberth Herrera, quien falleció hace unos días.

Con chozas hechas a base de huano y palos, cercadas por piedras  o maderas, los participantes  elaboraron sus respectivos altares, en donde expusieron fotografías de sus familiares y amigos ya desaparecidos, adornados con flores y velas, alimentos, bebidas y artículos que disfrutaban los difuntos cuando vivían.

Algunas de las casas fueron ambientadas con sus patios, como se estila en Yucatán, en donde colocaron bateas y corrales para gallinas, pavos y cerdos.

Entre los municipios participantes se encontraban Temax, Tekax, Xocchel, Progreso, Yaxcabá, Espita, Quintana Roo, Mérida, Hunucmá, Chacsinkín, Tzucacab, Kopomá entre otros, además de dependencias como Fomento Económico, DIF, Planeación, Oficilía Mayor, Secretaría General de Gobierno; Japay, Comunicación Social e Isstey.

En su turno, el director de la Unidad Regional de Culturas Populares, Carlos Gómez Sosa, indicó que los mayas tenían un profundo interés por el culto a la muerte,  y ya dentro de su cosmovisión los difuntos tenían vida después de la muerte y, al igual que los vivos, tenían necesidades de sustento.

Es por ello que en este ritual se les ofrendan viandas para el viaje largo al más allá, además es una ceremonia familiar íntima que refuerza los lazos entre sus integrantes, añadió.

En representación de los municipios participantes, el alcalde Temax, William Ayala Martín, señaló que con el Hanal Pixán revaloramos nuestras raíces mayas.

Durante tres horas y cuarto, luego del acto protocolario, Ortega Pacheco realizó un recorrido todos y cada uno de los altares de la muestra, en donde hizo tortillas de maíz, raspó pencas de henequén y degustó de guisos y dulces que se colocaron en las mesas.