Templos milenarios, sepulturas misteriosas, observatorios astronómicos, gigantescas ciudades que sucumbieron bajo la selva… Sitios arqueológicos que merecen por sí mismos un viaje
- 1 Mayas en la jungla esmeralda
Palenque (México) Envueltos en la nieva matinal de la selva, habitados por monos y loros, los templos de Palenque se elevan sobre la jungla esmeralda. Se trata del primer enclave arqueológico maya descubierto (en 1773) y es un lugar que evoca la aventura con mayúsculas, lleno de rincones asombrosos, como la tumba de la misteriosa Reina Roja y su sarcófago, el laberíntico palacio o su icónica torre. Palenque es uno de los principales destinos del Estado de Chiapas y una de las mejores muestras de arquitectura maya de México. A pesar de los muchos turistas que recibe a diario, resulta una experiencia descubrir, entre la densa selva, sus cientos de edificios en ruinas que se extienden a lo largo de 15 kilómetros cuadrados, aunque solo se ha excavado la zona central, más compacta. El conjunto nos descubrirá, por ejemplo, el Templo de las Inscripciones, donde está enterrado el rey más notorio y misterioso de la ciudad, Pakal el Grande o señor de Pakal; el edificio más alto y majestuoso de Palenque, o el Palacio, una gran estructura dividida en cuatro patios principales y todo un laberinto de pasillos, o los interesantes templos de la Acrópolis sur. Todos del Periodo Clásico, entre el año 400 y 700. DIEGO GRANDI ALAMY
- 2 Los vigilantes del mar Caribe
Tulum (México) Los mayas preferían alzar sus ciudades y complejos ceremoniales en el interior, rodeados por la densa selva centroamericana, pero Tulum es una excepción. No hay yacimiento mejor situado que Tulum, con sus templos encaramados sobre la espectacular costa caribeña de la península de Yucatán (México), de arena blanca y aguas verde jade. Sus ruinas son modestas en comparación con otros templos mayas, pero su acceso es mucho más sencillo. Se asoman al mar cumpliendo un papel estratégico de fortaleza de vigilancia, y los alrededores están llenos de restos igual de interesantes. Lo más llamativo es la atalaya que los españoles bautizaron como el Castillo. Posiblemente Tulum fue el último monumento construido por los mayas antes de la conquista española y uno de los primeros que contemplaron los europeos. KELLY CHENG TRAVEL PHOTOGRAPHY GETTY IMAGES
- 3 La mayor inscripción maya del mundo
Copán (Honduras) Aunque Guatemala y el sur de México reúnen los yacimientos mayas más conocidos y visitados, los enamorados de los sitios arqueológicos no pueden perderse una escapada a Honduras, donde se desarrolló uno de los principales núcleos de la cultura maya, Copán, que acabó por desmoronarse misteriosamente. La ciudad-Estado de Copán fue fundada en el siglo V y, por razones hasta hoy desconocidas, abandonada hacia el año 850. En su época de mayor prosperidad y esplendor llegaron a vivir en ella 30.000 personas. Como en la mayor parte de las ruinas mayas, está excavado entre un 5% y un 10% de su extensión total: unos 25 kilómetros cuadrados, aunque la visita se realiza en una zona que no sobrepasa un kilómetro. Patrimonio mundial desde 1980, Copán fue, sin duda, uno de los mejores centros artísticos, ceremoniales y también científicos de esta civilización prehispánica. Reúne edificios que fueron casas o palacios, templos, (la mayor parte en la llamada Acrópolis), estelas de piedra muy representativas del conjunto e incluso pasajes subterráneos. Pero su monumento más importante es el llamado Altar Q. Su escalinata de los jeroglíficos es la mayor inscripción maya descubierta hasta la fecha, una crónica dinástica que representa a 16 de los 18 monarcas que gobernaron Copán en sus cinco siglos de historia.
- 4 La imagen detenida de la Roma clásica
Herculano (Italia) La antigua ciudad de Herculano, así denominada por ser su fundación atribuida a Hércules, a su regreso de la península Ibérica, es mucho más pequeña que la vecina Pompeya, pero sus ruinas están mejor conservadas y permiten una incursión magnífica en la vida de los antiguos romanos, sin tener la sensación de que nos dejamos mucho por ver. Este tranquilo pueblo portuario y de pescadores de 4.000 habitantes en tiempos clásicos, era también un destino de veraneantes ricos de Roma y Campania. Sufrió la misma suerte que su vecina Pompeya durante la erupción del Vesubio en el año 79 pero en su caso quedó como fosilizado por un mar de barro, lo que hizo que incluso los objetos más delicados, como muebles o ropa, se hayan mantenido en un estado de conservación extraordinario. Igual que en Pompeya, un recorrido por el yacimiento nos lleva a conocer casas, termas, calles, tiendas, mansiones patricias e incluso las letrinas de la época. Un auténtico paseo por la vida cotidiana romana. ARTIE PHOTOGRAPHY (ARTIE NG) GETTY IMAGES
- 5 El esplendor de la Magna Grecia
Agrigento (Italia) El centro de Sicilia está cubierto por campos ondulados, crestas montañosas y poblaciones sobre colinas, pero también esconde algunos de los más increíbles yacimientos del Mediterráneo. Aunque la ciudad de Agrigento, de arquitectura desordenada, no causa muy buena impresión al viajero, bajo la colina se encuentra el espléndido Valle de los Templos, donde los antiguos griegos construyeron su gran ciudad de Akragas. Declarado patrimonio mundial por la Unesco, el Valle de los Templos es un recinto arqueológico impresionante en el que se reúnen una docena de templos griegos restaurados luego por los romanos. El de Dioscuri, el de Hércules y, sobre todo, el de la Concordia (en la foto), que se conserva casi intacto, son los más destacados. Son un total de cinco templos dóricos dispuestos a modo de cresta y proyectados en su día para servir de faro a los marineros. Están en diferentes estados de decadencia pero en su conjunto nos ofrecen una visión fascinante de lo que seguramente fue una de las ciudades más lujosas de la Magna Grecia. Para completar la visita, su museo es uno de los mejores de Italia. GETTY IMAGES
- 6 En tierras del Oráculo
Delfos (Grecia) De todos los yacimientos arqueológicos de Grecia, el de Delfos, en el centro del país, es el que mejor conserva el espíritu de la Antigüedad. Hay que llegar temprano para captar la magia de los rayos del sol bañando el santuario de Atenea Pronaia (en la foto). Solo quedan tres columnas del espléndido conjunto que fue, pero bastan para que la imaginación remonte el vuelo. La cercana Vía Sacra pasa por el templo de Apolo, donde las profecías del oráculo de Delfos enviaban ejércitos a la batalla y provocaban desmayos a los amantes. Si los antiguos griegos no hubieran erigido Delfos como el centro de la Tierra y construido aquí el santuario de Apolo, seguro que a alguien se le habría ocurrido una buena razón para transformar este nido de águilas en atracción turística. Su ubicación en el borde de un precipicio es espectacular. Es además una de las mejores bases desde la cual explorar una de las zonas de interés turístico más importantes de Grecia. Es patrimonio mundial desde 1987. JOAQUIN OSSORIO-CASTILLO ALAMY
- 7 Mosaicos romanos en el Atlas marroquí
Volubilis (Marruecos) La larga sombra del norte de África romano atrapa al viajero en Volubilis, unas ruinas en medio de la suave campiña al norte del Atlas Medio, en un escenario soberbio. La historia sigue interpretando el paisaje aquí también; basta con desviar la mirada desde la prensa de aceitunas romana hasta el cercano Moulay Idriss, uno de los lugares de peregrinación más importantes de Marruecos y donde aún se produce uno de los mejores aceites de oliva del país. Volubilis es el monumento arqueológico mejor preservado de Marruecos, famoso y valioso sobre todo por sus espléndidos mosaicos perfectamente conservados y que representan animales, patrones intrincados y dioses romanos. Adornan lugares como la Casa de Orfeo, la más bonita y grande de todas, pero también la Casa del Acróbata, la del Efebo o la del Perro, que en su día fue un burdel para guerreros que descansaban en esta tranquila ciudad del norte africano. Pero hay muchas más casas, con nombres que aluden a la temática de sus mosaicos. Volubilis conserva también los restos de las termas, de la basílica, del capitolio, el foro o el arco de triunfo, que nos hablan de una ciudad que llegó a tener más de 20.000 habitantes en su época de esplendor en los siglos II y III. VITAL PICTURES GETTY IMAGES
- 8 El mayor espectáculo (arqueológico) del mundo
Luxor (Egipto) Con la mayor concentración de monumentos antiguos de Egipto, Luxor (antigua Tebas, la capital de los faraones) es uno de los destinos imprescindibles de los viajeros de todo el mundo desde el siglo XVIII. Pero hay que planificar muy bien la visita porque es imposible abarcarlo todo. Las horas pasan sin darnos cuenta atravesando las salas con columnas de los grandes templos situados en la orilla este del Nilo. O visitando el Ramesseum, el templo funerario ordenado erigir por Ramsés II, situado en la necrópolis de Tebas; o descendiendo a las tumbas de los faraones del Valle de los Reyes, en la ribera oeste.
Imprescindibles son los templos de Karnak, un extraordinario conjunto de templos, quioscos, pilones y obeliscos dedicados a la tríada tebana y a la gloria de los faraones que ocupa un espacio en el que cabrían 10 catedrales, así como el museo de Luxor, ambos en la orilla oriental del gran río, la de los vivos. La otra orilla, la de los muertos, es el territorio donde se celebraban los entierros reales desde el año 2100 antes del Cristo. Allí está el Valle de los Reyes, una necrópolis donde cada año se descubren nuevas tumbas, aunque hay algunas que son más famosas que otras, como la de Ramsés III, la de Tutankamón, o la de Seti I. En la misma orilla están el Valle de las Reinas, con la tumba de la reina Nefertari, la esposa favorita de Ramsés II, además de otros templos y monumentos, como el Ramesseum o el impresionante Hatshepsut.
En la foto, el templo de Dendera, dedicado a la diosa Hathor, una de las deidades más importantes del antiguo Egipto. A 45 kilómetros de Luxor, es uno de los templos mejor conservados, y aún luce sus colores originales al haber estado cubierto por la arena del desierto durante mucho tiempo. NICK BRUNDLE PHOTOGRAPHY GETTY IMAGES
- 9 Vida romana en Oriente próximo
Jerash (Jordania) Para ser un país tan pequeño, Jordania no se queda corto en monumentos de talla mundial, con algunas de las mejores ruinas romanas fuera de Italia. Cualquier país se contentaría con tener sitios como la ciudadela o el teatro romano de Ammán; sin embargo, estos vestigios palidecen al compararlos con las ruinas de Jerash (Gerasa, en castellano), la llamada Pompeya de Asia, en buen estado de conservación gracias en parte a que estuvo sepultada bajo la arena del desierto durante cientos de años.
Construida entre finales del siglo I antes de Cristo y el siglo II, la ciudad tuvo su máximo esplendor tras su incorporación a los dominios de Roma. Solo con ver su imponente Arco de Adriano, queda patente que Jerash -el segundo destino más visitado del país después de Petra-, llegó a ser una ciudad rica y próspera, con hasta 200.000 habitantes. Situada en las colinas de la bíblica Gilead, salpicadas de olivos e higueras, Jerash es una de las diez urbes que conformaban la Decápolis, el conjunto de ciudades comerciales que se extendían en la frontera oriental del Imperio romano, en los territorios que actualmente ocupan Jordania, Siria, Israel y Palestina. En la foto, uno de los dos teatros romanos de Jerash. JUI-CHI CHAN GETTY IMAGES
- 10 Ceremonias aqueménidas en la antigua Persia
Persépolis (Irán) Además de ser una de las grandes maravillas de la Antigüedad, Persépolis representó un ideario. Concebida por Darío el Grande en el 520 antes de Cristo como una gran capital ceremonial del imperio aqueménida, buscaba reflejar todo su poder en el propio diseño del espectacular recinto palaciego. En su construcción participaron arquitectos de todos los rincones del imperio y el resultado es un ecléctico conjunto que todavía hoy impresiona al visitante. Tal vez lo más conocido son las escaleras de la Apadana, custodiadas por soldados de piedra y decoradas con un maravilloso friso dividido en tres paneles, que representan una recepción de diversos visitantes en Persépolis. Se puede leer casi como un libro que nos habla de la época y del esplendor del imperio. La armonía artística de sus escalinatas monumentales, imponentes puertas y exquisitos relieves no deja lugar a dudas de que, en su apogeo, Persépolis fue el centro del mundo conocido. Una visita a sus ruinas protegidas por la Unesco también sirve para constatar la destrucción despiadada de ese imperio a manos de Alejandro Magno. BORNAMIR GETTY IMAGES
- 11 La cultura urbana nació en el Indo
Mohenjo-Daro (Pakistán) En el tercer milenio antes de Cristo floreció una cultura agrícola y urbana en el valle del Indo, una civilización asombrosa capaz de comerciar con la lejana región del Tigris y el Éufrates, y que compite con ella en ser una de las cunas de la humanidad. La ciudad de Mohenjo Daro fue uno de los primeros y más importantes asentamientos urbanos del mundo, contemporánea de Mesopotamia, Creta o el Antiguo Egipto. Hoy, el viajero puede pasear entre sus ruinas patrimonio mundial y hacerse una idea de cómo sería esta animada metrópolis en el 2500 antes de Cristo. El conjunto de 250 hectáreas de salones de reuniones, baños y casas excavadas apunta a una compleja y sofisticada cultura perdida en el tiempo, en la que no faltaban avances tecnológicos como el alcantarillado, similar al romano pero dos milenios anterior. NADEEM KHAWAR GETTY IMAGES
- 12 Budismo mágico cincelado en la roca
Ellora (India) Cerca de la ciudad de Aurangabad, en el estado de Maharashtra, en el centro de la India, se encuentra uno de esos lugares que resulta casi mágico, y que por supuesto, es patrimonio mundial. Son los templos de las cuevas de Ellora, epítome de la antigua arquitectura hindú en roca tallada, cincelados durante más de cinco siglos por generaciones de monjes budistas, hinduistas y jainies. A diferencia de la cercana Ajanta (se suelen visitar juntas), talladas en la cara de una roca, las cuevas de Ellora se alzan a lo largo de una escarpa de dos kilómetros, y las arquitectos construyeron historiados patios frente a los santuarios. Son 34 cuevas en total, más tranquilas las 12 que son budistas, frente al dramatismo de las 17 cuevas hinduistas, que son un mundo aparte. Las cinco cuevas jainistas son las más nuevas, con pinturas y esculturas llenas de detalles. FRANK BIENEWALD ALAMY
- 13 Palacios, templos y tesoros en el antiguo reino de Siam
Ayutthaya (Tailandia) Enigmáticos templos en ruinas llenan la ciudad de Ayutthaya que, actualmente, apenas conserva parte de su esplendor, pero que en otros tiempos fue una fabulosa capital con cientos de edificaciones religiosas y palacios llenos de tesoros. Fue la capital de Siam entre 1350 y 1767, año en el que fue víctima de un brutal saqueo birmano. En su momento álgido, la ciudad tenía más de 400 templos, aunque solo algunas decenas de ellos han sido restaurados parcialmente. Lo más fotografiado es Wat Mahathat, una cabeza de Buda de arenisca apresada entre las raíces de un árbol (en la foto). Lo mejor es recorrer en bicicleta sus ruinas de ladrillo y estuco (patrimonio mundial) mientras se imagina su aspecto en su época dorada, cuando recibía mercaderes de todo el mundo. Las afueras de la ciudad deparan más atracciones, entre ellas un enorme centro de artesanía y el palacio real más ecléctico jamás visto. KIATANAN SUGSOMPIAN GETTY IMAGES
- 14 El primer reino de Birmania
Bagan (Myanmar) Más de 3.000 templos budistas salpican las llanuras de Bagan, el enclave donde se fundó el primer reino de Birmania. Fechados entre los siglos XI y XIII, la mayoría de estos han sido renovados, ya que Bagan sigue siendo un activo lugar religioso. Uno de los templos más bellos es el de Ananda Patho, que se alza 52 metros sobre la llanura. Está bien conservado y es uno de los más venerados. Los templos fueron gravemente dañados por un terremoto en 2016, pero están siendo restaurados. Hay mucha historia y muchas leyendas en cada rincón de Bagan y conviene organizar con tiempo la visita al recinto arqueológico. Por supuesto, no faltan los circuitos en autobús y multitudes en los sitios más populares para despedir el sol, pero se pueden evitar. Basta con ir en bici y disfrutar por cuenta propia de estos templos, o bien sobrevolarlos en globo. SEAN PAVONE
- 15 El templo budista más grande del mundo
Borobudur (Indonesia) Junto con Angkor Wat en Camboya y Bagan en Myanmar, Borobudur hace que el resto de los espectaculares yacimientos del sudeste asiático casi parezcan insignificantes. Borobudur, que se alza por encima de los arrozales como una montaña, es un colosal monumento que resulta tan enigmático y hermoso como debió de ser hace más de 1.200 años. Es el templo budista más grande del mundo, construido con más de dos millones de bloques de piedra. Como un mandala en tres dimensiones, rematado por pisos de estupas perforadas, este complejo de roca de lava gris es el reflejo de los volcanes que se alzan a su alrededor, aunque al ir subiendo por cada piso lo que atrapa la mirada no son las vistas, sino los bajorrelieves de sus paredes. Talladas hasta el más mínimo detalle pueden verse escenas de la vida de Buda e ilustraciones vívidas de la ley del karma. En lo alto, la cúpula principal se alza como una flor de loto petrificada rodeada de estupas, algunas de las cuales han perdido sus remates y revelan estatuas de Buda en sus centros. Es una geometría ritual a escala monumental; cada medida y cada ángulo transmiten un poderoso mensaje. GRANT ROONEY PREMIUM ALAMY
- 16 El símbolo de la resistencia hebrea
Masada (Israel) Los romanos acababan de destruir Jerusalén cuando un millar de zelotes judíos se refugiaron en una remota meseta sobre el mar Muerto. Al echar la vista abajo desde este alto baluarte casi se pueden ver los ocho campamentos romanos que lo rodeaban, unidos por un muro de asedio, e imaginar los trágicos y espectaculares sucesos acaecidos aquí a principios del año 73. Cuando por fin los romanos construyeron una rampa y horadaron los muros, solo hallaron un puñado de supervivientes; los demás habían preferido el suicidio a la esclavitud. Masada es, además de un centro arqueológico, un símbolo de resistencia para los israelíes. Hace falta una buena guía y un mapa para entender bien la cima de Masada, y detectar los ocho campamentos militares romanos que la rodeaban y darse cuenta de la difícil tarea que fue este increíble asedio. No es de extrañar que conmemorasen su victoria sobre los rebeldes con un arco de triunfo monumental en el centro de Roma, el arco de Tito, que sirvió luego de modelo al famoso arco de París. El museo de Masada ofrece una excelente introducción a la arqueología y la historia del lugar. LIORPT GETTY IMAGES
- 17 Una ciudad bajo la arena
Leptis Magna (Libia) Leptis Magna fue en otro tiempo la ciudad romana más grande y esplendorosa de África. Como después no se construyó ninguna ciudad moderna en su emplazamiento y además se levantó en robusta piedra caliza, resistió frente a terremotos y el paso del tiempo. Actualmente, Leptis es una de esas raras ciudades antiguas donde quedan vestigios suficientes para imaginar sus días de esplendor. Es una urbe tan extensa que es toda una muestra de urbanismo romano, con sus calles ordenadas y con edificios tan majestuosos como monumentales, lujosos complejos termales y foros. ATLANTIDE PHOTOTRAVEL GETTY IMAGES
- 18 Los templos que la selva escondió
Templos de Angkor (Camboya) Estos templos, uno de los mayores reclamos turísticos del planeta, agotan los superlativos. No hay ningún otro lugar del mundo con tal concentración de riqueza arquitectónica. El viajero puede escoger entre Angkor Wat, el mayor edificio religioso del mundo; Bayon, uno de los más extraños, con inmensos rostros de piedra, y Ta Prohm (en la foto), un templo invadido por la naturaleza. Además de los tres grandes, hay decenas más, cada uno de los cuales podría ser la estrella si se encontrara en otro punto de la región, como el Banteay Srei, la galería de arte de Angkor; el Prah Khan, la suprema fusión de budismo e hinduismo, o el Beng Mealea, el ‘Titanic’ de los templos, ahogado bajo la jungla.
Fusión perfecta entre ambición creativa y devoción espiritual, aquí los dioses-reyes camboyanos de antaño se esforzaron por superar a sus antepasados en tamaño, escala y simetría. Hoy son lugar de peregrinación para los camboyanos, y ningún viajero debe perderse su extravagante belleza. Los cientos de templos que quedan hoy no son más que el esqueleto de un enorme centro social, religioso y político del antiguo imperio jemer, una ciudad que llegó a tener un millón de habitantes en el siglo XII (cuando Londres apenas tenía 50.000). De la ciudad solo quedan los templos, lo único construido en piedra. DAVID SANTIAGO GARCIA GETTY IMAGES
- 19 4.000 años guardando los secretos de los faraones
Pirámides de Giza (Egipto) Elevándose sobre la expansión descontrolada de El Cairo y las llanuras desérticas, las pirámides de Giza y la Esfinge son el punto máximo de todo itinerario. Durante casi 4.000 años, su insólita figura, impecable geometría y descomunal tamaño han llevado a preguntarse cómo se construyeron y por qué. Siglos de investigación han dado con parte de la respuesta; estas tumbas colosales las construyeron cuadrillas formadas por decenas de miles de trabajadores por orden de los faraones. Ningún viaje a Egipto está completo sin la foto ante la última de las maravillas de la Antigüedad que queda en pie. Dentro de las pirámides no hay mucho que ver, pero la experiencia de entrar en el corazón de la gran pirámide de Keops es inolvidable. CHRISTOPH JORDA GETTY IMAGES
- 20 La sofisticada elegancia de los palacios minoicos
Cnosos (Creta. Grecia) Hay que ir a la isla de Creta para codearse con los fantasmas de los minoicos, un pueblo de la Edad del Bronce que alcanzó un altísimo grado de civilización y gobernó gran parte del Egeo desde su capital en Cnosos hace unos 4.000 años. Hasta que se excavó el yacimiento a principios del siglo XX, este inmenso tesoro de frescos, esculturas y otros restos yacía enterrado bajo el suelo de Creta. A pesar de una polémica reconstrucción parcial, Cnosos sigue siendo uno de los yacimientos arqueológicos más importantes del Mediterráneo y la primera atracción turística de Creta. La alternativa (o mejor, el complemento) a la visita a Cnosos son los otros tres importantes yacimientos minoicos del interior de la isla: Festos, Agia Triada y Malia. Ninguno de ellos ha sido reconstruido y, por tanto, nos pueden dar una idea menos adulterada de la vida de esta antigua civilización. BRUNBJORN ALAMY
.-Con información de El País