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“Cholo”, toda una vida

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“Cholo”, toda una vida

tina-y-choloMérida, Yucatán, 4 de agosto de 2010.- Obras de teatro nacional, regional, películas y series de televisión al lado de destacados personajes del mundo del entretenimiento e innumerables premios por el talento dejado a su paso por los escenarios, conformaron la larga trayectoria artística de Héctor Herrera Álvarez “Cholo”, fallecido este miércoles en su ciudad natal, a los 75 años de edad.

Héctor Leobardo Herrera Álvarez nace dentro de una familia de actores, en el barrio de Santiago de la ciudad de Mérida, Yucatán, el 12 de agosto de 1934.

Hijo de Mario Herrera Bates “Sakuja”, de profesión actor y de la señora María Elena Alvarez Páramo, de profesión actriz, “Cholo” fue el segundo de cuatro hermanos.

Descendiente de lo que se conoce como una dinastía actoral que comenzó con su abuelo don Héctor Herrera Escalante, en la segunda década del siglo XX, Héctor realizó su debut profesional a los cuatro años en una actuación especial atravesando el escenario con su veloz triciclo en la “tanda” “El Ayuntamiento Chulín”, al lado de su padre y su tío Fernando Herrera, en el Teatro Principal, hoy Teatro Daniel Ayala, y más tarde, en las giras tanto por el interior del Estado de Yucatán, como por las diferentes plazas del país.

A los 15 años hace su presentación profesional con la obra “La Dama del Alba”, de Alejandro Casona, con la primera actriz María Teresa Montoya y su Compañía, en el teatro “José Jacinto Cuevas”.

Tiempo después viaja a la ciudad de México donde realiza trabajos tanto en televisión y cine, como en el teatro, al lado del señor Manolo Fábregas, siendo su asistente de dirección en importantes obras como: “Promesas, Promesas”, “Hello Dolly”, “Mame” y muchas otras más que marcaron la Época de Oro del teatro en México.

A finales de los 60’s, Héctor Herrera “Cholo”, era ya un actor reconocido y admirado por su trabajo en la capital del país, alternando con grandes figuras como Silvia Pinal, Libertad Lamarque, La India María y Los Polivoces.

Mientras tanto, en Mérida, Yucatán, el Teatro Regional atravesaba por una crisis para subsistir por la falta de público, y deja su carrera en México para venir a apoyar a la familia y a la Compañía de Arte Regional Popular, de su padre don Mario Herrera Bates.

Su calidad histriónica se impuso y supo inyectar nuevas ideas al Teatro Regional al imprimir la influencia de la comedia musical, revolucionando lo que hasta ese momento se había hecho: “tandas” y variedad, hasta cierto punto improvisadas e informales, pasando a un formato de obra escrita a propósito bajo un mismo título añadiéndole prólogo y jarana final con “bombas” yucatecas, quedando así un nuevo formato que se ha sabido mantener por todos los hacedores del Teatro Regional en la actualidad.

Don Héctor Herrera ha marcado la pauta del quehacer teatral en Yucatán, siendo con su trabajo, modelo a seguir de las nuevas generaciones, de las que ha sido maestro.

En el año 2004 funda al lado de su esposa y compañera teatral, Jazmín López, la primera Escuela de Teatro Regional Yucateco, que orgullosamente lleva su nombre “Héctor Herrera Cholo”, única en su género, donde se imparten clases a niños, jóvenes y adultos, para asegurar así, la preservación y conservación del verdadero Teatro Regional Yucateco.

En el año 2005 lleva a su Compañía de Teatro Regional al Festival Cervantino en Guanajuato. El Teatro Juárez abre por primera vez sus puertas al teatro popular, presentando la obra “Sueño de Flamboyanes”, escrita por él mismo y su esposa Jazmín López. La obra retrata a una familia de principios del Siglo XX.

Esta Compañía fue aclamada por el público y la crítica, poniendo muy en alto el nombre de Yucatán.

“El empresario es el que posee el arte de saber venderle al público lo que necesita en ese momento. El director es el que ordena el objeto. Y el actor el que le da vida”, Héctor Herrera.

“Mi nombre es Cholo… mi apodo es Héctor”.

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