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Renuncia Benedicto XVI

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Renuncia Benedicto XVI

benedicto-xviPor Eduardo Lliteras Santiés

Ratzinger deja el cargo. La modernidad llegó al Vaticano. En efecto, el Pontífice asegura no tener suficientes fuerzas, ni físicas ni anímicas, para asumir su ministerio en razón de su edad en el nuevo milenio.

Asegura que es consciente de la gravedad de su gesto. Un portavoz del Vaticano ha confirmado que el Pontífice dejará el cargo el 28 de febrero. “En total libertad declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro”, ha dicho el Benedicto XVI según el comunicado del Vaticano.

Joseph Ratzinger, de 85 años, fue elegido para suceder a Juan Pablo II el 19 de abril de 2005.

A continuación la traducción realizada por Eduardo Lliteras Sentíes de las palabras del mismo papa Rattzinger con las que anunció la próxima sede vacante de San Pedro:

Muy estimados Hermanos, los he convocado a este Concistorio no sólo para las tres canonizaciones, sino también para comunicaros una decisión de gran importancia para la vida de la Iglesia. Después de haber repetidamente examinado en mi conciencia ante Dios, he llegado a la certidumbre que mis fuerzas, por la edad avanzada, no son más las adecuadas para ejercitar en modo adecuado el ministerio de Pedro. Estoy  consciente que este ministerio, por su esencia espiritual, debe ser realizado no sólo con las obras y con las palabras, sino no menos sufriendo y orando. Sin embargo, en el mundo de hoy, sujeto a rápidos cambios y agitadas cuestiones de gran relevancia para la vida de la fe, para gobernar la barca de San Pedro y anunciar el Evangelio, es necesario también el vigor del cuerpo, y del ánimo, vigor que en los últimos meses ha disminuido en mí en forma tal de deber reconocer mi incapacidad de administrar bien el ministerio que se me confió. Por esto, bien consciente de la gravedad de éste acto, con plena libertad, declaro que renuncio al ministerio del Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro, a mí encargado por mano de los Cardenales el 19 de abril de 2005, en forma tal que, a partir del 28 de febrero de 2013, a las 20:00 horas, la sede de Roma, la sede de San Pedro, será vacante y deberá ser convocado, a quienes compete, el Cónclave para la elección del nuevo Sumo Pontífice. Estimadímos Hermanos, os agradezco de verdad de corazón por todo el amor y el trabajo con el que habéis llevado conmigo el peso de mí ministerio, y pido perdón por todos mis defectos. Ahora, confiamos la Santa Iglesia al cuidado del Sumo Pastor, Nuestro Señor Jesucristo, e imploramos que su santa Madre María, asista con su bondad materna a los Padres Cardenales para elegir al nuevo Sumo Pontífice. Por lo que a mí se refiere, también en el futuro, quisiera servir de todo corazón, con una vida dedicada a la oración, a la Santa Iglesia de Dios.

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