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¡A volar, que la selva espera!

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¡A volar, que la selva espera!

Por Berenice Ceballos García

En las entrañas de la selva maya tropical más grande de México se oculta un cenote. Su interior atestigua uno de los espectáculos naturales más increíbles y hasta ahora desconocido donde oscuras alas surgen en forma de remolino como una gran columna con millones de murciélagos que se dispersan fugazmente avistándose a contraluz con la estampa en el cielo.

El volcán de los murciélagos alberga la comunidad más grande de quirópteros en territorio mexicano, se encuentra en Campeche dentro de la zona Balam-Kú, región complementaria al corredor biológico mesoamericano de la Reserva de la Biósfera de Calakmul, el segundo pulmón natural más grande del continente americano y el primer Patrimonio Mixto de la Humanidad por la UNESCO en el país. Diversas especies habitan en ella, más de dos millones de murciélagos son los mayores polinizadores de la selva, facilitando la auto-reforestación. Los mayas los llamaron Zotz, como maestros de la vida y la muerte, valorados e incluidos en la cosmovisión maya a través de estelas, códices y vasijas que retrataron el día a día. A tan sólo 8 kilómetros de distancia de la cueva de los murciélagos, se encuentra la zona arqueológica Balam-Kú. En uno de sus templos, como parte de una ofrenda funeraria, se hallaron singulares platos con cuatro murciélagos pintados, representados con las alas extendidas y gotas de sangre en la boca; el hecho de posar con las alas extendidas denota estar en vuelo, como saliendo del inframundo; simbolismo utilizado para entender el camino de los gobernantes hacia otro mundo.

 

Escapadas campechanas

Fotografía Julio Leal Ortiz

La primera invitación es recorrer el Centro Histórico de Campeche, ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1999. Camine por las murallas. Déjese sorprender por la arquitectura militar de los baluartes. Juegue con los tonos pasteles de las viviendas campechanas y encuentre las diferencias entre las puertas de madera, buscando siempre los detalles para asombrarse cada segundo.

 

 

La segunda recomendación es visitar el Camino Real. La ruta contiene la esencia maya y pueblos tan bonitos como Santa Cruz Ex Hacienda, Chunkanán o Tinún; Koben con sus hermosas artesanías y ricos dulces; Pomuch con sus sabrosísimos panes es parada obligada; en Hecelchakán se ofrece la cochinita más conocida del Estado; y Bécal el imperio de los sombreros de Jipijapa, conocer de viva voz a los artesanos ingresando a las cuevas para ver el proceso de elaboración de los afamados sombreros.

 

 

Como tercera opción para el deporte y la adrenalina los cenotes de Miguel Colorado en Champotón ofrecen una vista increíble, un infinito verde de follaje arbóreo enmarca los grandes pozos de agua sagrada para apreciar ¡practicando tirolesa! La sensación de cruzar por los aires a toda velocidad es indescriptible, te deja sin aliento, pero con mucha euforia.

 

La cuarta sugerencia es visitar Isla Aguada. Pueblo de pescadores que guarda en sus tranquilas aguas a los delfines nariz de botella. Se recomienda arribar desde temprano y realizar un tour en lancha que recorra toda la bahía para detenerse en la Isla de los Pájaros, donde anidan infinidad de aves marinas para los amantes de la foto. Finalmente, una escala en el bello Cayo Arenas, para un chapuzón bajo el arduo sol cerrará el día. Déjate consentir con la magia de las escapadas locales.

 

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