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Salvando Vidas, por el derecho de los niños a una salud digna

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Salvando Vidas, por el derecho de los niños a una salud digna

Especial Revista Yucatán

Las vacunas son hoy un tema de moda. Desde que empezaron a salir las primeras pruebas de las dosis para protegernos contra el Covid-19, mucho se ha hablado sobre su efectividad y seguridad, sin embargo, hay un tema que sigue siendo vital para la salud pública y que por la pandemia se ha dejado en segundo plano: la vacunación infantil.

Para ello, platicamos con la Dra. Andrea Catalina Enríquez Castillo, quien se encuentra promoviendo fuertemente la campaña “Salvando Vidas”, la cual surge de llamados que han hecho diversas organizaciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Éstos reportan que las tasas de vacunación han bajado tanto en México como en el resto del mundo, lo que puede representar un riesgo de que surjan brotes de enfermedades que son totalmente prevenibles con la inoculación de la vacuna.

Una vacuna es una preparación que se realiza para que nuestro cuerpo pueda conocer un agente -llámese virus, bacteria o parásito- que nos pudiese provocar una enfermedad; esta se aplica de forma inyectada, bebida o a través de la vía respiratoria. Al ingresar, el sistema inmune hace un registro de ese agente, de tal manera que a futuro, cuando alguno de esos microorganismos ingrese a nuestro cuerpo, podamos reconocerlo y atacarlo de manera natural, explica la Dra. Andrea.

Asimismo, detalla que si bien es cierto que durante el tiempo de lactancia se obtienen anticuerpos a través de la leche materna, con la vacuna se aumenta la capacidad de inmunización para que la producción de los anticuerpos sea duradera y propia.

Ante la desconfianza por los efectos secundarios, la Dra.Andrea comenta que ninguna sustancia que ingrese a nuestro cuerpo está exenta a tener algún efecto; no obstante, con respecto a las vacunas, considera que son muy seguras gracias a los años de procesos, filtros y estudios que llevan consigo.

Incluso aún siendo aprobadas, las dosis están en constante vigilancia por si se llegase a presentar alguna anomalía; en caso de ocurrir, se detiene su distribución para investigar si los efectos adversos son provocados por la inoculación o si es algún evento que coincidió en los tiempos de la vacunación, agrega nuestra entrevistada.

Sobre las causas de la disminución en la vacunación infantil, afirma que el principal motivo en la actualidad es la pandemia del Covid-19, debido a que madres y padres de familia no quieren acercarse a los centros de vacunación por temor a contagiarse: Por esto, existe además el temor de que al regresar a clases presenciales, muchos niños convivan estando expuestos, pues se podrían presentar en las escuelas brotes de sarampión, varicela o hepatitis. Ya el año pasado alcanzamos 196 casos de sarampión en México, una enfermedad que ya estaba declarada como eliminada de las Américas desde el 2016.

Las vacunas que están en la cartilla universal no están puestas al azar, ya que responden a las siguientes preguntas: ¿Qué enfermedades pueden ser erradicables?, ¿qué enfermedades pueden ser tan graves como para provocar la muerte o secuelas para toda la vida?, ¿qué enfermedades pudieran ser rápidamente dispersables?, añade.

En el caso de las dosis de refuerzo, nuestra entrevistada explica que el sistema inmune se ve frecuentemente retado por los virus, bacterias y microorganismos a los que nos exponemos todos los días, por lo que esas vacunas se colocan no precisamente porque la anterior haya perdido vigencia sino que, como su nombre lo indica, son refuerzos que nuestro cuerpo requiere.

Asimismo, en cuanto a la inmunidad generada de forma natural al contraer alguna enfermedad, la Dra. Andrea comenta que todo depende de cuál sea y en qué etapa de nuestra vida ocurra: Por ejemplo, en el caso de la varicela: si el infante se enferma durante el primer año de vida es importante aplicarle la vacuna, debido a que el cuerpo no generará inmunidad duradera y puede contraer de nuevo la enfermedad; sin embargo, si le da varicela después de haber cumplido el año, ya no es necesario inocular hasta cumplir los 50, pero en ese caso con la vacuna contra herpes zóster.

De hecho, debido a que cada enfermedad y cada persona es diferente, recomienda no generalizar y mejor individualizar el caso de cada infante; por supuesto, siempre acompañado de un profesional de la salud.

Para finalizar, la Dra. Enríquez hace un llamado a las madres y padres de familia a revisar los esquemas de vacunación de sus hijos: El hecho de que se vean sanos y llenos de vida no garantiza que al momento de regresar a clases será igual, y una muestra más de amor hacia ellos es garantizarles su derecho a una salud digna, concluyó la doctora.

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