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11o. Aniversario luctuoso de Celia Cruz

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11o. Aniversario luctuoso de Celia Cruz

Reina de la salsa

celia-cruzPor Martha López Huan

Los yucatecos recuerdan con cariño a Celia Cruz a 11 años de su muerte y evocan con alegría su participación en el 460 aniversario de Mérida: “tuvimos el privilegio de cantar y bailar con la Reina de la salsa en el 2002”.
Falleció el 16 de julio de 2003 en Fort Lee, Nueva Jersey, Estados Unidos y la noticia impactó a la comunidad artística.
–En el 2002 no fue la primera vez que visitaba Mérida, porque Celia Cruz llegó en 1977 para compartir sus éxitos –indicó un grupo de maestros jubilados que agradece a la ex alcaldesa Ana Rosa Payán Cervera haber traído a la guarachera a los festejos de la ciudad.
La visita de la cantante cubano-estadounidense causó polémica en esa ocasión debido a los 100 mil dólares que cobró por su actuación en la plaza principal de Mérida, donde participaron más de 15 mil yucatecos y visitantes nacionales y extranjeros.
Aunque han pasado 11 años de su partida, la ganadora de siete Grammys, sigue siendo la Reina de la salsa.
El legado musical de Ursula Hilaria Celia Caridad Cruz Alfonso sigue vigente en Cuba, México, Estados Unidos e Hispanoamérica, donde su famoso grito: “¡Azúcar!” se convirtió en el emblema de la guaracha, la salsa y los ritmos caribeños.

EL CARIÑO DE LOS MEXICANOS
La cantante internacional destacó siempre por su sencillez con la prensa y sus admiradores mexicanos, desde sus inicios con la Sonora Matancera en los 50s.
En 1988, durante el Festival Internacional de Caribe que se realizó en Cancún, Quintana Roo, Celia Cruz compartió el escenario con los mejores intérpretes de salsa, como Willie Colón, Willie Chirino, Johnny Ventura, Tito Puente y Oscar de León.
Siempre estuvo acompañada de su esposo Pedro Knigth, con quien vivió 41 años.
Esa sólo fue una pequeña muestra del cariño de los mexicanos a la Guarachera de Cuba, porque en los escenarios de Mérida y la capital del país, el éxito era impresionante. Cautivó desde su participación en la cinta Salón México, con Emilio Fernández, en 1950.
Celia Cruz cautivó por sus pelucas de colores brillantes que contrastaban con el color obscuro de su piel, la alegría que imprimía en los escenarios y en sus más de 80 compactos, que le hicieron obtener varios premios y reconocimientos, como discos de oro, tres doctorados Honoris Causa de diversas universidades de Estados Unidos y el National Endowment for the Arts de manos del entonces presidente Bill Clinton; así como Grammys y Lo Nuestro.
Después de su muerte, los reconocimientos y homenajes siguieron en Puerto Rico, Estados Unidos y Yucatán gracias a sus amigos Oscar de León, Gilberto Santarosa, Gloria Stephan y Albita.
Cada año, su mausoleo que se encuentra en el cementerio de Woodlawn, en Nueva York, recibe la visita de decenas de admiradores y artistas.
Y en Mérida, “La negra tiene Tumbao”, “Tu voz”, “Siempre viviré”, “Guantanamera” y otros éxitos de Celia Cruz con guaguancó, son, guaracha y boleros se seguirán escuchando en un club magisterial que se encuentra en el Poniente de Mérida.
“¡Azúcar!” gritan los maestros a manera de despedida y de fondo se escucha la voz de Celia Cruz, una cantante, actriz y compositora.

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