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El Síndrome Titanic

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El Síndrome Titanic

Por José Luis Preciado

Somos hijos de la crisis; apenas dábamos los primeros pasos y ya nuestros padres se jalaban las greñas, -unas veces así mismos, y las más lo hacían mutuamente-, por cierto, siempre era por estas fechas: el motivo según recuerdo era por la carestía de la vida: que si ya todo subió, que si la guerra por el petróleo, el temporal, la sucesión presidencial, la bota de los Estados Unidos, aquella famosa deuda externa, el efecto tequila, la bolita loca de los mentirosos del PRI con Salinas-Zedillo y muchos otros argumentos del gobierno para justificar el derroche y la corrupción. Desde esos tiempos los mexicanos hemos comprendido que debemos rascarnos solos, que los gobiernos son unos manirrotos…que yo recuerde nunca ha existido en México un tiempo de Jauja colectiva, un periodo de avances sostenidos, más bien han existido las mentiras sostenidas con alfileres que luego estallan como bomba al siguiente sexenio, nada menos en tiempos de Fox, el petróleo araño los 130 dólares y se repartieron recursos al por mayor a los gobernadores, Patricio Patrón llenó sus costales de recursos, el petróleo era un Maná sagrado, Fox, -tan menso como los que le siguieron y antecedieron-, nunca pensó que se iba a acabar y menos se construyeron refinerías, ni se modernizó a Pemex, antes bien fue sangrado hasta convertirlo en un espanto. Hoy quebrado Pemex sí es de los mexicanos.

Diciembre me gusto pa’ que te vayas
regalos_bajo_arbol_navidad-73262-783582Nada menos esta navidad en lugar de pavos y parabienes, llegaron los finiquitos y despidos; aquí en Yucatán el Servicio Postal Mexicano hecho a la calle a 70 familias, no ha setenta trabajadores, petróleos mexicanos, comisión federal y otras de las desfalcadas paraestatales están reventadas por tanto latrocinio y su gente en la calle.

En Sepomex, ya los carteros no llamarán a su puerta trayendo las noticias, ni los recibos, ni las revistas por suscripción, ni los discos de vinilo o los libros de Amazon.com, menos aún las remesas, todo ya se envía o cobra en los OXXOS y no crea usted que Sepomex no es negocio, lo hicieron quebrar para no competir con sus amigos de la Iniciativa Privada; UPS, Estafeta y otros más están facturando a todo tren, están solos por que el estado les dejó todo el camino libre, asesinaron a Correos y júrelo que ahora van por Pemex y CFE, de hecho Pemex ya es historia, si el general Cárdenas viviera, se volvería a morir de ver esa honra nacional convertida en una vergüenza.

Lecturas de Navidad
Le decía que al principio nos dijeron que los culpables eran los fuera y abusaron de la alarma, hasta que fue cierto, el lobo llegó de fuera y así combinados los adentro con lo de afuera…estamos fregados.

Más vale que nos vayamos acostumbrando y amoldando a los tiempos de hoy; «esta crisis no es transitoria, sino sintomática de un cambio profundo que abarca todo el conjunto del sistema político y social y que tendrá efectos duraderos», escriben a cuatro manos Zygmunt Bauman y Carlos Bordoni en su libro Estado de Crisis, el efecto Titanic es una suerte de euforia colectiva en pleno naufragio del país al que le sigue la depresión y el hundimiento.
La frase «disfrutemos mientras podamos» dicen los autores es alto riesgo, cerrar los ojos a la realidad, agota los ahorros, acelera su gasto dándose ciertos caprichos como vacaciones etcétera, otros del «efecto eco», buscan mantener el mismo nivel que el año anterior, con lo que sin quererlo se endeudan, otros de plano se quitan la vida por culpa de la crisis económica.
Los autores sostienen que la inflación es harina de otro costal, es una consecuencia de la crisis.

El libro de Zygmunt y Bordoni, teje la historia de las grandes crisis universales, «la diferencia era que aquellas crisis tenían periodos más o menos cortos, en cambio esta es interminable, se autoalimenta y se metamorfosea con el tiempo transformándose y regenerándose de nuevo, devora, cambia la suerte de millones de personas, transformándose en la norma en vez de la excepción y termina convertido en hábito».

¿Hay luz en este libro Estado de Crisis?
Sí y mucha. Estos tiempos nos permiten vivir en permanente estado de alerta, mantiene nuestro sentidos enfocados. Debemos saber vivir con este crisis, por que según los escritores de marras, ha llegado para quedarse. Recomiendan paciencia y austeridad, aunque eso no llene nuestra barriga.

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