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El amor en los tiempos de las redes sociales

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El amor en los tiempos de las redes sociales

Facebook, Twitter, Instagram y WhatsApp son las herramientas más utilizadas por toda la sociedad, ¿en qué momento dejamos de ser humanos para pasar a ser internautas? Escribir ante nuestros “amigos” de Facebook si tenemolove-2651743_960_720 s una relación, incluso antes de decírselos en persona, subir fotos con nuestra pareja, haciéndonos pasar por los enamorados más románticos, cuando en ocasiones la realidad es otra, escribir ciertas cosas que ni siquiera les decimos en un simple mensaje… Tener una vida en las redes y otra fuera de ellas es pan de todos los días.

¿Qué hacer ante ese bombardeo que nos ofrece un estatus, cómo lidiar ante esa utopía que muestra las “felices” parejas, cómo imitar a esos “influencers” que se la pasan viajando, comiendo en restaurantes exclusivos, teniendo las mejores aventuras, escapadas románticas? Todo aquello que nos incita a buscar una supuesta felicidad olvidando que es un montaje armado, de la misma manera que un guión de película.

¿Les tocó vivir aquella época en las que se llamaba por el teléfono fijo, o de casa, para preguntar por su amig@ o por su “enamorad@”? aquella adrenalina que se ha perdido.

Por otro lado ya un poco más “actual” estaban los mensajes de texto, ¿recuerdan cuando 280 y tantos caracteres nos costaban entre $1 y $3?, por lo que tenías que ser preciso en lo escrito, cuidábamos cada palabra y ahorrábamos letras escribiendo “q” en vez de “que” entre otras molestas formas de redacción, y en ese entonces si no nos respondían suponíamos que nuestro receptor no tenía saldo, ahora las famosas palomitas azules, la última conexión, los estados, las historias, las fotos, todo aquello que puede afectar una relación interpersphoneonal, están a la orden del día y no, no simplifican tanto las cosas.

¡Pero te veo en línea!

Poco tiempo después llegó el asesino del SMS, el amigo/enemigo WhatsApp, uno de los mayores problemas de las relaciones millenial es esa breve pero aniquiladora palabra “en línea”, al ver que nuestro receptor se encuentra en línea e ignora nuestro mensaje, es como un “no me interesa en lo absoluto lo que me tengas que decir” y sí, en ocasiones, me pongo como ejemplo, nos encontramos en el WhatsApp, trabajando, porque ahora te piden informes, te mandan textos, audios y todo de manera estrictamente profesional, pero díselo a tu emisor, que espera con ansias una respuesta de ese mensaje con una serie de palabras “de amor, reclamo, saludo, etcétera” y  peor aún si te aparece el terrible “visto” dejarnos con la palomita azul en la pantalla es uno de los insultos más dolorosos que podemos tener en la actualidad. ¿Cómo osa dejarnos con esas benditas palomitas? Y el disturbio personal comienza de nuevo, muchas veces el receptor, que no recibió con total atención la información, por estar ocupado, laborando, conduciendo, etcétera, ignora la molestia de su emisor y caemos en ese juego en el que las tecnologías de la información en vez de simplificarnos la vida nos agobian.

Otro problema del siglo XXI son los famosos likes, no contento con ello, Facebook jugó con las emociones de sus internautas y creó el “me encanta”, sí, ahora no tenías que enojarte únicamente porque una persona le dio “me gusta” a todas y cada una de las fotos de tu pareja sino que generó estame_gusta_png_by_maary17-d5az2aus “reacciones”: “me encanta”, “me enoja”, “me divierte”, para crear aún más controversia entre sus adeptos, ¿Por qué te dio me encanta a esa foto, qué onda con tu amig@? Oye y esos comentarios qué, y luego claro, Facebook intentó “protegernos” y creó los filtros de seguridad, ya no cualquiera podía etiquetarte en fotos vergonzosas o incluso “comprometedoras”, pero eso sí, todavía pueden postear en tu Facebook sin necesidad de aprobarlo.

Así surgen los problemas amorosos en la actualidad y no importa si eres Millenial, Generación X, Baby Boomer o Generación Z, todos vivimos “la cólera, del amor en los tiempos de las redes sociales”.

 

Por: Alexandra Caballero

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