Por Isabel Juárez

¡Hasta que por fin se me hizo visitar Tekax! Aquel mágico sitio con hermosa producción de hipiles y ternos de sus artesanas bordadoras; sus inmensas grutas (más de 200 y las más grandes registradas en el Estado) y sobre todo su exquisita comida considerada como patrimonio inmaterial por la UNESCO. Al llegar me encontré con un centro histórico bastante fotogénico y con la segunda catedral más grande del Estado de Yucatán -después de la que hay en la Ciudad de Mérida-, su plaza central sombrea con frondosos árboles a los paseantes, si miras hacia el norte encuentras en lo alto la ermita que tiene una magnífica vista de día y de noche, se aprecia muy bien desde el mercado municipal ¡Qué sabrosos salbutes de empanizado y caldo de pavo cenamos esa noche!

¿Y qué nos llevó a Tekax? Nada menos que el 1er Festival Internacional de la Jarana 2018 y no es para menos que ese bello rincón sea considerado la cuna de la Jarana en el Estado, a dicho de su presidente municipal el Dr. Josué Manancé Couoh Tzec, ya que Tekax es poseedor de un importante número de jaraneros con varias generaciones enriqueciendo este bello arte dancístico; resultaron así oportunos tres días dedicados a un variado programa culminando con el gran recorrido desde la ermita hasta la plaza del centro con todos los maestros jaraneros provenientes de diversas partes de Yucatán. La inauguración se vivió en el recientemente construido Centro Educativo y Cultural “Graciela Torres Polanco” como la primera escuela de la Jarana a nivel nacional y dentro de ello también se reconoció la trayectoria de la Orquesta Típica de Yucalpetén por 76 años de arduo trabajo en innumerables presentaciones alrededor del mundo. Pudimos disfrutar más de Tekax, su historia, su cultura, su gastronomía, su naturaleza extrema, sus deportistas, sus empresarios, su ambiente calmo y su esencia misma.

Muchos son los sitios turísticos en el Estado y aquí han logrado organizarse entre sociedad y autoridades para impulsar la economía con sus propios recursos humanos, naturales y económicos. ¡Visítalo, a tan sólo una hora con quince minutos desde Mérida!