El Psicólogo Alejandro Mendoza, especializado en sexología, platica con Nino Puerto en el programa Por ser mujer, en Radio Yucatán FM.com, de temas que muchas veces nos avergüenzan, ya que nuestra educación o la información que nos han dado en la familia es deficiente o nunca se dio.

Nuestro cuerpo es parte de un eterno tabú, nos avergonzamos de hacer preguntas como: ¿Es normal lo que me está sucediendo? Es importante informarnos desde diversas fuentes, pero es bueno acudir con especialistas que nos ayuden a entender nuestras dudas ya que existen factores en la vida personal que repercuten de manera directa en la vida en general.

¿Qué es una fantasía sexual?

Son pensamientos recurrentes sobre alguna persona, juguete sexual o lugar que nos lleva a estar en situaciones comprometedoras y a cierto grado de excitación.

Culturalmente se ha permitido mayor libertad de este tipo de pensamientos en hombres, pero debemos entender que todos somos iguales; la diferencia es que el hombre puede, socialmente, hablar abiertamente sobre el tema sin el sentimiento de culpa. En cambio, la mujer intenta retener o abstenerse de este tipo de pensamiento o no mencionarlo abiertamente por el “qué van a decir de mí”, claro, esto hablando de generaciones un poco anteriores, las actuales están más abiertas a expresarse sin sentirse avergonzadas.

¿Felices los tres?

Una de las fantasías más frecuentes son los tríos, pero normalmente cuando se piensa en un trío es dos mujeres y un hombre, la fantasía de todo hombre, estar con dos mujeres.

La fantasía es muy personal y depende de uno si decide compartirlo con la pareja, sin embargo, muchas veces es mejor no hacerlo para no romper la estabilidad emocional. Esa es la principal característica de la fantasía, poder decidir con quién compartirla. La ventaja es que se encuentra en la mente y uno puede hacer y construir lo que desea en la imaginación.

No todas las fantasías se cumplen, hay que evaluarla para saber qué tan realizable o ejecutable es, cómo me llevo con mi pareja, puede causarnos algún tipo de daño emocional o físico, son cuestionamientos que debe uno plantearse. A veces lo más disfrutable de la fantasía es que se quede así, inconclusa, ya que en la esfera de la imaginación puede controlarla, una vez hecha realidad es incontrolable.

Para llevar una fantasía sexual a la realidad se debe establecer un grupo de lineamientos o acuerdos entre la pareja, para poder llegar a estar en un ambiente cómodo y no sentirse desplazado o forzado a situaciones incómodas. Para que los dos se encuentren en un ambiente seguro y ameno, es indispensable establecer hasta dónde puedo ceder o no hacerlo.

Tengo que poner en primer plano nuestra salud mental, ya que no vamos a ceder ante fantasías sexuales si no estamos cómodos, de igual manera debemos conocer a nuestra pareja, cuál es su apertura mental, ya que puede afectar la estabilidad de la relación. Al igual, antes de materializar una fantasía sexual debo trabajar conmigo mismo, tener nuestra autoestima alta para poder sentirnos bien y poder realizar la fantasía sexual sin afectarnos.

Hay que conocernos y explorar nuestro cuerpo para poder vivir una sexualidad saludable, nuestro cuerpo es un mapa que debemos recorrer y reconocer. La sexualidad debe llevarse por medio de los acuerdos, platicar abiertamente, pero sin afectar nuestra relación, buscar cómo decirlo, esto tiene que ver cómo platicar nuestras fantasías con nuestra pareja sin que nos afecte de manera directa. Es importante la participación de ambos en la elección de los juguetes sexuales o disfraces que nos ayuden a cumplir nuestras fantasías.

Muchas veces, y sobre todo las chicas, se obligan a realizar fantasías sexuales sin estar cómodas, dejando sus propios gustos fuera. Por ello es importante tener una relación estable para poder llevar a cabo este tipo de situaciones y tener en claro que es un juego y en un juego pueden pasar muchas cosas, hasta perder.

En diversas tiendas especializadas en sexo podemos encontrar varios juguetes que pueden ayudar a satisfacer nuestras fantasías sin tener que integrar a una persona que pueda dañar la estructura de mi pareja, y lo mejor es que te explican el uso y ayudan a hacer una buena elección. Recordemos que las fantasías sexuales no se reducen a personas, entran también disfraces, lugares con los que podemos jugar.

Las fantasías nos producen un placer previo o pueden ayudarnos a ampliar nuestra excitación y así mejorar nuestra relación sexual.