La empresa tuvo malos manejos económicos y al final no tuvo para el pago de 50 millones en adeudos al SAT y bajo la cortina, como la juguera de Akil, siempre estuvo al borde de la quiebra, aunque exportaran votadas cantidades de miel.
La bomba le estalló al administrador Perfecto Pool, quien junto con su equipo no pudo comprobar la compra de 38 millones de pesos en miel. Nunca se quisieron regularizar.