Debido a la posible activación del fenómeno de El Niño Oscilación Sur (ENOS) se espera una temporada de extrema sequía para la Península de Yucatán, advirtió el jefe del observatorio meteorológico de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), Juan Vázquez Montalvo.

Aclaró que «esta temporada ya es una realidad y de ahí la razón por la cual en los últimos días las temperaturas han sido elevadas, especialmente entre uno y otro frente frío».

Explicó que la sequía comenzó a finales de febrero pasado y se prevé su conclusión en la segunda quincena de mayo próximo, con el inicio de la temporada de lluvias.

Según los pronósticos «la sequía alcanzará su mayor intensidad en los meses de abril y mayo con potenciales temperaturas superiores a los 40 grados Celsius, pues «lo único que ayudaría sería la presencia de algún frente frío que provoque lluvia», subrayó el académico de la Facultad de Ingeniería Civil del Campus de Ciencias Exactas e Ingenierías.

Alertó sobre la importancia de preparar a la población para el cuidado de los efectos del ambiente muy cálido.

Vázquez Montalvo recomendó «tomar mucha agua, utilizar ropas claras y en lo posible evitar hacer actividades al aire libre entre las 12 y 16 horas y de manera fundamental cuidar la alimentación, a los niños y a las personas de la tercera edad».

El especialista sugirió a las personas que habitan en las zonas rurales así como a las que están de vacaciones, a que se abstengan a efectuar fogatas y evitar arrojar colillas de cigarro, sobre todo a la orilla de la carretera.

Asimismo, el especialista en temas atmosféricos afirmó que «con la potencial formación de El Niño, a partir de agosto próximo, se habla de dos panoramas para la época de ciclones tropicales», la cual, en el caso para el Océano Atlántico iniciará el 1 de junio.

“La primera etapa de la temporada de ciclones tropicales, del 1 de junio a principios de agosto y después vendrá un ciclo más activo de los meteoros, de agosto a octubre”, subrayó.

En este lapso de tiempo se presentará El Niño, y con él las posibilidades de una decadencia en el número de huracanes en el Atlántico.

De igual forma, con el ENOS comenzará la segunda etapa de la temporada de ciclones, y la frecuencia de estos meteoros se disparará en el Océano Pacífico.

“Pese la disminución de huracanes, para nada significa que estamos salvados porque recordemos que Isidoro, de categoría 3, golpeó Yucatán precisamente con la presencia del ‘El Niño’, en septiembre de 2002”, agregó.

En 2014, El Niño hará acto de presencia en el Pacífico y al abundar sobre sus características recordó que representa, básicamente, el calentamiento de las aguas.

Sobre los efectos, señaló que “genera un cambio en los patrones del comportamiento del clima, es decir, donde llueve deja de caer agua y donde hay humedad, como Yucatán, se traduce en sequía”.