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Villa de Santiago, Nuevo León: Color en medio de la Sierra

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Villa de Santiago, Nuevo León: Color en medio de la Sierra

Por Guadalupe Meza

Para muchos de nosotros, escuchar sobre los Pueblos Mágicos significa remontarnos al centro y sur del país, debido a que poco conocemos del norte y solemos asociarlo con la parte más industrializada: calles que parecen autopistas en medio de paisajes áridos, o enormes edificios que destacan entre montañas, como es el caso de Monterrey.

En la capital de Nuevo León, la huella del hombre es un eterno contraste que se aprecia entre las montañas que humedecen el ambiente; desde el auto, es posible ver el Cerro de la Silla asomarse entre hoteles y oficinas de vidrio que lo reflejan.

Sin embargo, a pesar de lo cerca que se ve la serranía, es difícil imaginar que apenas saliendo de la mancha urbana se encuentre un lugar como Santiago, un hermoso municipio de Nuevo León enclavado entre la Sierra Madre Occidental y la Sierra de la Silla, el cual fue reconocido como Pueblo Mágico en el 2006 gracias a sus casitas coloridas y sus paisajes… ¡cada rincón es sorprendente!

Santiago es un pueblo que se recorre a pie; se requiere de algo de paciencia para encontrar estacionamiento, pero definitivamente lo vale. Caminar por las subidas y bajadas de sus calles adoquinadas y empedradas tiene un aire romántico, acogedor, como una breve caricia al corazón con aire limpio; sus habitantes son igual de cálidos y amables. Aquí todo transmite paz, pero si buscas más aventura que tranquilidad, puedes bajar a la Presa de La Boca y realizar paseos en kayak, catamarán, o disfrutar de la fiesta en uno de los restaurantes que la rodean.

Para los más activos, visitar el Parque Ecoturístico Cola de Caballo es una excelente opción; se encuentra junto a Santiago y recibe dicho nombre por la impresionante cascada que alberga. En este sitio se pueden practicar diferentes actividades y deportes, como tirarse del bungee, que es uno de los favoritos de la gente.

Aunque, si lo tuyo es pueblear y probar la gastronomía del lugar, ¡volvamos a la Villa de Santiago! Atravesando la plaza principal encontrarás un sitio de nieves exquisito: “La casa de la abuela”… pide tu helado de yogurt y toma fuerzas para caminar al Mirador. Dedicado a Santiago Apóstol -como todo el pueblo-, el Mirador ofrece vistas imperdibles a la Sierra y la Presa; además, es un excelente spot para fotos gracias a sus coloridas escaleras.

Si de regreso ya tienes hambre, visita el restaurante de Las Palomas de Santiago y aventúrate a probar platillos típicos, no te arrepentirás.

En tu próxima visita a Monterrey, ¡escápate a Santiago y consiente tus sentidos!

Cómo llegar: Del Aeropuerto Internacional de Monterrey a Santiago son aproximadamente 50 minutos, basta seguir las indicaciones por la carretera México 54, Monterrey/Santiago 85.

Comer y dormir: La oferta es amplia y lo más usual es visitar Santiago tras una estancia en Monterrey. Es un destino de ida y vuelta, pero si decides quedarte a dormir, una opción para comer y descansar es el hotel Las Palomas, céntrico y cómodo para tomar como base.

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