Por Julio Leal Ortiz

Hace unas semanas tuve la oportunidad de ir a explorar Tulum por primera vez, el fascinante Pueblo Mágico en las costas de Quintana Roo.

La única ocasión que pisé este lugar fue hace unos años, en camino a Punta Allen (un pequeño poblado inmerso en la Reserva de la Biósfera de Sian Ka’an), pero ahora sí, había llegado el momento de vivir la experiencia y compartirla con ustedes… ¿de verdad podemos sentir la buena vibra en Tulum?

La Zona Arqueológica

Localizada a las orillas del Mar Caribe, antes de la llegada de los españoles, Tulum era una ciudad amurallada y hoy, es un gran vestigio de la cultura maya. Sin duda alguna se convirtió en mi zona arqueológica favorita de la Península, pues aquí la energía es completamente diferente, y lo más impresionante es la imponente vista de la costa, que te hará reflexionar cómo los mayas vivieron en su máximo esplendor.

En esta antigua ciudad tienes la opción de hacer un pequeño tour en lancha que te lleva a unos cuantos kilómetros de la costa, para que puedas apreciar la majestuosidad de la misma. Definitivamente es uno de los mejores atractivos de la Riviera Maya.

¡Todo por la fotografía para el Instagram!

Ustedes saben que Tulum es un lugar sumamente “instagrameable”, y mi labor durante esos días fue buscar increíbles spots para captar las mejores fotografías.

Comencé con el Cenote Calavera, que con un costo de $250 pesos por persona puedes acceder a él, además de que cuenta con un pequeño restaurante y camastros. Al llegar había un sinfín de personas que intentaban tomarse su fotografía al mismo tiempo y otras que iban a refrescarse, pero al ser un cenote de estilo cerrado y pequeño, era imposible que todas las personas lo realizaran con éxito. Puedes tomar fotografías con tu celular, pero, si quieres sacar tu cámara profesional tienes que pagar $200 pesos extra… ¡En fin! Para los amantes de la fotografía lo vale, les comparto el resultado con edición y sin edición:

Las playas de Tulum

Aunque el clima no fue precisamente benévolo, tampoco fue un impedimento para tomar nuestras cosas y explorar las playas de la zona. El ambiente nublado y los chubascos nos brindaron otra perspectiva de las playas, en mi opinión, ¡se veía impresionante! Por un costo desde $200 pesos puedes entrar a cualquiera de las Beach Club que encontrarás en la zona y descansar en un camastro, o incluso, en algunas de las camas que tienen adaptadas en la orilla del mar. Les recomiendo que visiten Playa Paraíso, ¡la atención y la comida es muy buena!

Akumal Monkey Sanctuary

Ubicado a unos cuantos kilómetros de Tulum, se instauró este oasis de esperanza para primates y otros animales rescatados del cautiverio, circos, casas, zoológicos y accidentes; muchos de estos con pocas probabilidades de sobrevivir. A toda aquella especie salvaje que corra riesgo, se le proporciona la asistencia médica especializada, nutrición y albergue durante el tiempo necesario, si es que no pudieran ser reinsertados en la selva.

¡Conocer este espacio es un auténtico acercamiento a la naturaleza!

¡Asómate a Tulum!

Estas son algunas de las recomendaciones de lo que pueden hacer en este enigmático lugar. Respondiendo a la pregunta que hice al principio, les confieso que la energía que se siente no es del todo confiable, ya que Tulum se ha convertido en una zona un poco conflictiva por diferentes razones, así que mi consejo es que si deseas salir a experimentar la vida nocturna, lo hagas con precaución.

También, les comento que es un destino algo costoso, por lo que comer y beber en los restaurantes que se encuentran en la avenida principal no es la opción más económica, pero, en el centro hallarás muchos otros lugares deliciosos y con precios más accesibles.