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Paddle board en Muyil, Quintana Roo, una experiencia fantástica

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Paddle board en Muyil, Quintana Roo, una experiencia fantástica

¿Te gustaría navegar sobre las aguas del Mar caribe? Te decimos hacerlo con ayuda de una Paddle board.

¡Deslízate en una de las lagunas más bellas de México! Para hacer yoga, para surcar las aguas con velocidad o para pescar, se usa una tabla de paddle. He aquí una idea para refrescarte y gozar de la naturaleza cerca de Tulum / Fuente: México Desconocido

Foto: Prun Santos

Sian Ka’an siempre asombra

Hay en el norte de la Reserva de Sian Ka’an un sistema de agua dulce, muy limpia y potable, formado por dos lagunas y varios canales. Estas lagunas que vale la pena conocer, sí o sí, son Muyil y Chunyaché. La primera es pequeña pero enorme en esplendor. Apacible y de colores hermosos. Si viajas a la Riviera Maya y te hospedas en Tulum, está a 23 minutos por la carretera 307 hacia el sur del estado.

Si eres como yo que no eres muy sporty, pero te gusta disfrutar del agua y algo de movimiento, ¡el paddle board es para ti!

Los expertos de la selva

Si quieres vivir esta experiencia completa, llama a los de Community Tours, un grupo de guías locales sumamente profesionales que dominan todo en el área protegida de Sian Ka ́an. Ellos me llevaron a la prístina laguna de Muyil.

Foto: Prun Santos

De pronto, unas chicas hicieron su aparición. Llevaban en el techo del auto su tablas de paddle board. Mi corazón se aceleró, pues siempre me emociona probar experiencias nuevas. Desde que bajó del auto, Lorea nos hizo saber quién mandaba ahí. Tan menudita, pero tan fuerte y hábil… en un momento ya estaban tres tablas en tierra, esperando flotar en las plácidas aguas.

¡Escápate a Tulum y haz tuya esta experiencia!

Foto: Prun Santos

Surcar la laguna

Comenzó a lloviznar mientras nos daba las reglas elementales para subir a la tabla, pero no nos desanimamos; muy pronto la recompensa iluminó el cielo: dos arcoíris en el horizonte, como tocando el agua.

Foto: Prun Santos

Después de varios intentos y caídas al agua, pude pararme en la tabla y fluí. Me deslicé, sentí el viento, la inmensidad de la laguna, el clima perfecto, la calma, solo brevemente interrumpida por el vuelo de las aves. Es poco probable poder describir esa tarde… fue hipnotizante. También poco probable será repetirla… pero ¡tú sí lo harás!

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