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Dzibilnocac, asómate a los secretos de los Chenes.

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Dzibilnocac, asómate a los secretos de los Chenes.

Por Carlos del Castillo

El estado de Campeche guarda numerosos restos arquitectónicos de la cultura maya que nos legaron una gran riqueza patrimonial y algunos de los más importantes se encuentran en la zona de los Chenes. Localizada al norte de la entidad, se caracteriza por ser una región con abundantes pozos (ch’e’en, en maya) que fueron de gran aprovechamiento por los antiguos mayas.

Para los Chenes el agua era sagrada y esto se ve reflejado en su arquitectura a través del uso recurrente de columnas con mascarones dedicados al dios Chaac, además de estructuras “palacio-pirámide” que constan de varios edificios superpuestos, comúnmente divididos en tres partes.

En un amplio valle, entre los años 500 y 50 a.C. se fundó una pequeña comunidad de sencillas construcciones; con el transcurso del tiempo, este asentamiento comenzó a adquirir reconocimiento y gracias a su organización político-social, fueron capaces de realizar grandes edificios de suma importancia a nivel regional: la ciudad maya de Dzibilnocac (Bóveda Pintada).

Visitar este sitio te permitirá certificar el estilo de la arquitectura de los Chenes en Campeche, pues aún se pueden apreciar piedras labradas que conforman la imagen de un gran mascarón fantástico.

La mayoría de sus construcciones reflejan el poder de los gobernantes: sobresalen dos estelas labradas en piedra caliza correspondientes a los años 731 y 764, que fueron erigidas para dejar constancia de la posición y grandeza de Dzibilnocac (cuyo apogeo fue en el Clásico tardío 600-900 d.C.) antes de la caída de la civilización maya.

Hasta el día de hoy, solamente unos cuantos edificios han sido intervenidos; el más imponente es la Estructura A1, también conocida como Edificio de las Tres Torres, la cual ejemplifica muy bien el citado estilo gracias a su forma “palacio-pirámide”, con un templo central y dos torres en los extremos, siendo la torre oeste la que aún conserva los ornamentos típicos de los mayas de la región, como los mascarones con la cara del dios Chaac.

Se encuentra en la parte central del asentamiento, donde debieron habitar los nobles, sacerdotes y las clases altas. Destaca una amplia plaza de un nivel rodeada por estructuras, y posee varios cuartos en forma paralela.

De igual forma, sobresalen otras construcciones como el Templo del Noroeste, el Templo del Suroeste, la Plataforma Norte, el Patio Puuc, la Gran Acrópolis y su baño sauna (cerrado al público), el Adoratorio del Sol, el Edificio Oeste, además de muchos montículos que se encuentran aún inexplorados.

Sin duda, visitar estos sitios que quizás no son tan populares como otras zonas arqueológicas de Campeche (por ejemplo, Calakmul o Edzná), nos abren más el panorama sobre la riqueza cultural de los mayas y nos invitan a reflexionar acerca del legado que nos dejaron, pero sobre todo, a cuidarlo y preservarlo.

Cómo llegar:

  • En automóvil: Desde la capital campechana toma la Carretera Federal No. 262 hasta el poblado de Hopelchén; de ahí dirígete hasta Dzibalchén a 40 km, y posteriormente 20 km más hasta Vicente Guerrero (Iturbide), comunidad adjunta a la zona arqueológica maya de Dzibilnocac.
  • En autobús: Abordas en la Terminal de Autobuses SUR (Av. Gobernadores No. 479, Barrio de Santa Ana) rumbo a Vicente Guerrero (Iturbide).

Horario:

  • Lunes a viernes de 8:00 a 17:00 horas

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