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Donde la doncella aguarda. Grutas de Xtacumbilxunaan

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Donde la doncella aguarda. Grutas de Xtacumbilxunaan

La bella Lol-Be se enamoró del galante Dzulin, a pesar de la prohibición de su padre, el temido cacique maya Timot. Con el fin de alejarla de ese pretendiente, Timot decidió esconder a su hija en las profundidades de una caverna donde brotaban seis estanques. Para salvarla de su cautiverio de piedra y agua fría, Dzulin acudió a la madre de Lol-Be, una sabia y benévola curandera quien le ungió con preparados herbales y sortilegios que le protegerían durante el peligroso camino hacia su doncella escondida. Libre y en brazos de su amado, Lol-Be se entera de manos de su madre que mientras ella viva no sufrirá peligro alguno, pero después de morir, deberá regresar a la cueva donde antes estuvo presa para quedar bajo resguardo de la tierra y huir de la furia de su propio padre…

Hoy, quienes recoren el laberinto de sales minerales que conforman Xtacumbilxunaan, lo hacen bajo la vigilancia de esta leyenda, que ha pasado de generación en generación y que dio nombre a la cueva: la gruta de la mujer escondida.

La cavidad que marca el inicio de la gruta es una gigantesca boca de roca que parece devorar la luz y escupir golondrinas, las cuales vuelan en círculos como enjambres; su chirrido rebota contra las cavidades y hace pensar que son miles.

Una vez pasado el umbral de la gruta, es necesario bajar escalones estrechos, encoger los hombros y recargarse junto a las paredes, iluminada por un juego de luces de colores a lo largo de 350 metros. Dentro, las estalactitas se derriten en gotitas de sal; el vaivén de la iluminación pinta las gargantas de roca e invitan a seguir explorando la cueva, a descifrar el escondite de Lol-Be.

Xtacumbilxunaan forma parte del impresionante sistema de cavernas y ríos subterráneos que fluyen bajo el suelo poroso de la península de Yucatán. Al recorrerla, se tiene una idea más clara de por qué los mayas veían en estas estructuras el origen de la vida (en ellas se acumulaba el agua, tan escasa en la superficie) pero también encontraban en ellas el paraleliso con las estancias de la muerte, del mismísimo Xibalbá.

Como en casi todas las grutas, las caprichosas formas que adquirieron los minerales, tras millones de años de acumulación, alimentan la imaginación y la fantasía: no falta quien vea elefantes, castillos, calaveras, aves y hasta rostros humanos esculpidos por milenios de goteo. Sin embargo, todos coinciden en la identidad de una formación en particular.

En la cámara final, al borde de un balcón natural sobre un tiro de casi 80 metros, una abertura en la bóveda superior filtra el aire y permite la entrada de los rayos del sol. Fluctuante a medida que avanza el día, la luz se posa sobre una formación rocosa que se asemeja a la silueta blanca de una mujer: sus cabellos son largos, lacios, sueltos; el torso lo tiene arqueado sobre sus piernas, y en sobre regazo extiende los brazos para proteger, en un abrazo, a un bebé el hijo que Lol-Be engendró con Dzulin.

La imaginación ¿o cual será la magia de la curandera? quiso que la doncella y su hijo permanecieran seguros y unidos para siempre en un abrazo de piedra.

No pierdas de vista

Te recomendamos llevar calzado cómodo para explorar las grutas, seguir el trayecto marcado del recorrido y atender las indicaciones de los guías voluntarios que ofrecen paseos por la zona. En las profundidades, la noción del tiempo y el espacio son diferentes.

Haz tuya esta ruta

A 126 km de San Francisco de Campeche, por federal 261 hacia Hopelchén. Desde ahí continúa en dirección a Bolonchén; metros antes de entrar al poblado, toma la intersección de la izquierda; tras 200 metros, sigue a la derecha hasta las grutas.

(Con información de México Desconocido)

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