Por Julio Leal Ortiz

El pasado 1 de Diciembre Maní fue declarado como Pueblo Mágico, por lo que decidí revisitar este lugar que con añoranza recordaba, y vaya sorpresa que me llevé: deslumbrante, lleno de buena energía, cultura, increíble gastronomía y con gente cálida; un Maní completamente renovado y mágico.

Ex Convento Franciscano de San Miguel Arcángel

Maní fue un importante asiento indígena, cabecera del cacicazgo Xiu, lugar de origen de Tutul Xiu, cacique maya que se alió con Francisco de Montejo en contra de los Cocom de Sotuta que se resistían a la dominación hispana. Montejo decidió evangelizar, por esa razón se construyó un gran convento con claustro bajo y alto, noria, iglesia y una gran capilla con vista al enorme atrio.

Según Diego López de Cogolludo, el convento se fundó en 1549, siento el tercero en antigüedad en Yucatán y teniendo a San Miguel Arcángel como patrono. Su arquitectura tiene un estilo renacentista y la última etapa de construcción se dio en el siglo XVIII, cuando se amplió la nave y se construyó la actual fachada del templo. En 1821, los frailes se retiraron de Maní por orden del rey, y el convento se entregó a los curas.

Cenote XCabachen

Una enorme ceiba cobija la entrada a este pequeño pasaje al inframundo maya, muchas leyendas giran en torno a él, pero una de ellas dice que cuando llegue el fin del mundo y toda el agua se agote, solo en este lugar brotará agua, una anciana se encargará de vigilarla y para obtener tan preciado líquido deberás sacrificar a un bebé, ofrenda que se realizará a Kukulkán, quien a cambio te ofrecerá en una cáscara de cocoyol un sorbo de agua, que al finalizar de beber, te quitará la sed.

Artesanías

A lo largo de las calles de Maní se puede apreciar a la gente en la puerta de sus casas bordando blusas, playeras, pulseras o bolsas hechas a mano, pues gran parte de sus habitantes se dedican a este oficio. Habitualmente, los artesanos del lugar se reúnen en los bajos del palacio municipal para ofrecer los productos que elaboran.

Gastronomía

No puedes dejar pasar la oportunidad de visitar el Príncipe Tutul Xiu, pues si deseas experimentar la auténtica experiencia culinaria del sabor y la sazón yucateca, es una parada obligatoria. No te pierdas el poc chuc, el queso relleno, la sopa de lima, entre otros platillos que podrás acompañar con una bebida fresca, desde una limonada o agua de tamarindo hasta una tradicional horchata.

Sin duda es un lugar que no puedes dejar de visitar, asómate a la Península y déjate llevar por el encanto del Pueblo Mágico Maní.