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Conoce el Camino del Mayab: el primer gran sendero de México

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Conoce el Camino del Mayab: el primer gran sendero de México

Con 111 km, conecta 14 comunidades del estado y contribuye a su economía

Camino del Mayab es el primer sendero de gran recorrido del país. Un proyecto de turismo comunitario, donde a través de sus 111 kilómetros, conectados entre 14 comunidades de Yucatán, las personas pueden crear un vínculo especial con las bellezas naturales, observar las áreas verdes, su fauna, convivir con habitantes de los poblados,  disfrutar de la rica gastronomía en las mismas  casas de los habitantes, y aprender más de los tesoros naturales que se encuentran dentro de la región. 

Puede ser una imagen de una o varias personas, personas de pie, naturaleza y árbol
Facebook Camino del Mayab

Las tierras que forman parte de estos senderos son místicas, llenas de un colorido verde, y decorados por la selva maya. Varias especies de animales conviven en este escenario. El desarrollo urbano aquí no existe, y tampoco es necesario. Paisajes llenos de árboles y vegetación que uno no podría encontrar en las grandes ciudades como Mérida. 

Lejos de la urbe, de la tecnologías y las conexiones a internet, las personas se alejan del ajetreo y el caos que generan las ciudades. No son necesarios. La experiencia visual es lo que uno necesita. Ya sea a pie o en bicicleta, uno no puede dejar de admirar al paisaje que regalan estos caminos con más de 200 años de antigüedad,  llenos de historia y pasado. 

Además, este proyecto turístico también contribuye a la organización de las mujeres y hombres de estas localidades, su desarrollo y gobernanza, para aprovechar sus recursos, sus saberes ancestrales y conocimientos para que se beneficien de un turismo comunitario, donde se cuide el medio ambiente y reciban también un apoyo a su economía. 

Este 18 de julio, promotores de este proyecto, en coordinación con la Secretaría de Fomento Turístico de Yucatán (Sefotur), realizaron un recorrido en compañía de algunos medios de comunicación locales para demostrar algunos de los senderos y atractivos que conforman esta iniciativa. 

Foto: Abraham Bote 

El primero punto fue Mucuychén, una localidad ubicada en el municipio de Abalá, donde un grupo de mujeres mayas platicaron acerca de su cooperativa que está recién formada. En el lugar están trabajando para adaptar un comedor comunitario en un edificio de la cabecera del poblado. 

En el lugar, pronto contarán con un pequeño huerto y con animales de granja para dotar de todos los insumos necesarios para la elaboración de los platillos que ofrecerán a las y los visitantes. 

Las mujeres comentaron que Camino del Mayab ha sido un gran aliado para la llegada de turismo; pues varias personas llegan a al comunidad para hacer senderismo y aprovechan para consumir sus productos, incluso algunos se “meten” hasta sus patios y participan en la elaboración de los platillos tradicionales. 

El siguiente destino fue Yunkú, ubicado en el municipio de Sacalum, donde empezaron el recorrido por estos caminos mayas. El guía de esta experiencia fue Emiliano  Méndez, quien vestido con unas botas largas, un turbante en su cabeza y acompañado de un palo con punta afilada, explicó unas reglas sencillas que todos los caminantes deben acatar antes de empezar: nadie debe ir delante del guía, no se debe tocar nada de lo que se encuentre -pues hay plantas que pueden ser urticantes- y no deben separarse del grupo. 

Facebook Camino del Mayab

A lo largo de más de un kilómetro, Emiliano explicaba cada detalle de lo que las personas iban observado, desde pequeños insectos y su relación con las distintas plantas, hasta como conviven mutuamente y dependen cada uno de las especies animales y vegetales. 

“Buscamos crear esta armonía entre las comunidades, la cultura y la naturaleza. Muchas veces no sabemos de dónde vienen las cosas, o peor, cómo conservar algo que no conocemos, parte del trabajo principal es que las personas puedan conectarse a través de todos sus sentidos, la observación, al olfato, en estos senderos”, indicó mientras todos escuchaban con atención. 

El guía comentó que estos senderos son mágicos, y cada persona que los visita sale con una visión diferente sobre la vida y la naturaleza. Unos vienen en búsqueda de la aventura, otros para conectarse con la selva, estar en paz, tranquilidad u olvidar algún problema. Como sea, nadie es el mismo luego de recorrer estos caminos, asegura.

En medio de este sendero en especial, se encuentra el cenote de Yunkú, el cual es protegido por el ejido. El ojo de agua es de tipo cueva, hay que descender por unas escaleras algo inclinadas. La caverna está rodeada de varias estalactitas y a través de su mirador, las personas pueden tomarse fotos y deleitarse la vista. 

Foto: Abraham Bote 

De vuelta en el corazón de la comunidad, el grupo de la cooperativa de Doña Macy recibió a los caminantes evidentemente cansados por el recorrido; quienes disfrutaron en la entrada de su hogar, un plato diverso, una variedad de platillos típicos yucatecos, como salbutes, panuchos, empanadas de chaya, entro otros guisos acompañados de refrescantes aguas de horchata y jamaica. 

Una vez satisfechos, las y los caminantes emprendieron de nuevo el paso. En medio de la comunidad, se encontraron con unas mujeres visitantes de León, Guanajuato, quienes compartieron su experiencia. Conocieron este proyecto por medio de las redes sociales; son “senderistas de corazón”;  buscan espacios espirituales en contacto con la naturaleza, por lo que decidieron venir a conocer los senderos mayas. Tienen experiencia recorriendo varios lugares, incluso son peregrinas del Camino de Santiago, en España, pero actualmente no pudieron acudir por la pandemia del Covid-19, por lo que Camino del Mayab fue una excelente opción para su actividad. 

“Hoy es nuestro cuarto día y nos ha parecido una cosa maravillosa, sobre todo porque son senderos muy puros, transparentes, que tiene una naturaleza muy integral, está muy cuidado”, expresó Alejandra Álvarez Torres. 

Uno de los últimos puntos del recorrido fue la Hacienda Yunkú, que se encuentra en el centro de la comunidad. Está rodeada de árboles y vegetación de la zona y algunas plantas exóticas. Uno de sus principales atractivos es que cuenta con su propio cenote, el cual está de bajo de una hermosa y amplia piscina y de donde  se riegan las plantas por medio de un sistema de acueductos de la época. En el lugar, las personas se puedan hospedar en algunos de sus cinco habitaciones, hacer senderismo o recorrer el sitios en bicicleta. 

Puede ser una imagen de monumento y al aire libre
Facebook Camino del Mayab

Los actuales administradores explicaron que por su elevación, posiblemente la hacienda haya sido construida debajo de una antigua ciudad maya. El conjunto arquitectónico central de la hacienda está compuesto por tres edificios: la casa principal, la casa de máquinas y la casa del administrador, organizados en torno a una plaza que funciona como espacio articulador y distribuidor de los mismos

Al final, las y los caminantes pudieron apreciar de las hermosas artesanías que realizan varios de los habitantes. En sus propias casas, mujeres realizan blusas tejidas a mano, botados con punto de cruz, bolsas, llaveros y demás artículos. 

Alberto Gutiérrez Cervera, director de Camino del Mayab, explicó que antes de iniciar el recorrido las personas obtienen un pasaporte, el cual tiene un costo de 500 pesos, el cual les permite visitar las 14 comunidades y sus atractivos, a cada lugar que vayan se les pone un sello. Si obtienen por lo menos 10, las personas obtiene un reconocimiento como Guardian de la selva y de la cultura maya. 

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-Con información de La Jornada Maya.

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