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Bisonte americano, de vuelta tras un siglo

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Bisonte americano, de vuelta tras un siglo

Gracias a trabajos de reintroducción, 31 ejemplares del mamífero terrestre más grande que hay en el continente ahora habitan en el estado de Coahuila.

Un antiguo habitante de las planicies de Coahuila regresó después de casi un siglo de que no se supiera nada de él en estas tierras: el bisonte americano, el mamífero terrestre más grande que hay en el continente.

Desde hace año y medio, 19 ejemplares —considerados genéticamente puros— que se encontraban en el Rancho El Uno, dentro de la Reserva de la Biosfera Janos, en Chihuahua, fueron trans- locados a El Carmen, ubicada en el área de Protección de Flora y Fauna de Maderas del Carmen, al norte de Coahuila.

Desde entonces, la manada ya tuvo 14 crías y por los campos coahuilenses pastan un total de 31 individuos, contó a EL UNIVERSAL Carlos Sifuentes Lugo, director de la Región Noreste y Sierra Madre Oriental de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).

Mencionó que la repoblación se dio con fines de producción, pues el beneficio que se tiene con la especie es principalmente en el mismo terreno, ya que éste se renueva con las pisadas de los bisontes, así como el consumo de la vegetación nativa.

Para Sifuentes Lugo regresar una especie que se había extirpado representa un éxito, pues el bisonte era una especie que tenía movimientos hasta el centro de México y se fue eliminando hasta que dejó de existir.

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El Carmen es un área privada transfronteriza de conservación que contiene cinco diferentes ecosistemas, que son hábitat de plantas, aves, mamíferos, reptiles y anfibios. Mide más de 140 mil hectáreas.

En el último tercio del siglo XIX, la población de bisontes americanos comenzó a reducirse, debido a la destrucción de los campos, la cacería, así como diversas enfermedades.

El funcionario de la Conanp relató que el bisonte es un consumidor primario y que antes de criar vacas, hace siglos, ellos eran los que hacían la función de herbívoros, de darle dinamismo al pastizal a través del consumo. “Están haciendo esa función. Es parte de la cadena alimenticia”, comentó Sifuentes.

Contó que, al principio, pensaron que sería difícil la reintroducción; sin embargo, señaló que la adaptación fue inmediata.

Por esta razón está en pie la restauración ecológica de la zona y restablecer los ciclos naturales del ecosistema, que había sido degradado por décadas.

Sin embargo, la reintroducción del bisonte americano en Coahuila tiene su origen en 2009, cuando comenzó la donación de 23 búfalos del Wind Cave National Park, en Dakota del Sur, Estados Unidos, al Rancho El Uno, esto como parte de una colaboración binacional para poder recuperar la especie.

En la Biosfera Janos, en Chihuahua, se reintrodujeron 23 ejemplares que dieron inicio a la primera manada de conservación en México.

Después se seleccionaron ejemplares, con el apoyo técnico de la dirección General de Vida Silvestre de la Secretaría de Medio Ambiente, para introducirlos en Coahuila.

Sifuentes Lugo refirió que el plan es repetir la fórmula: conforme se reproduzcan y surjan más individuos, entonces se podrá pensar en una translocación y reintroducción de la especie a otros ranchos aledaños.

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Las pisadas de los mamíferos benefician el terreno en el que están, pues lo renuevan, además consumen la vegetación nativa.

Riesgo de cualquier animal silvestre

El Carmen es un área privada transfronteriza de conservación que contiene cinco diferentes ecosistemas que son hábitat de una gran diversidad de plantas, aves, mamíferos, reptiles, así como anfibios en sus más de 140 mil hectáreas.

También es una de las cinco áreas silvestres más grandes del mundo y dentro de sus principales objetivos está la recuperación de la fauna nativa mediante el manejo y protección de las poblaciones y su hábitat, así como la reintroducción de especies que se habían dejado de observar en la región.

En ese sentido, Sifuentes Lugo mencionó que hasta el momento no se ha presentado algún incidente y contó que las crías de bisontes se encuentran en buen estado, mientras conquistan las planicies coahuilenses.

Aclaró que el riesgo de tenerlas una vez más en el territorio es el mismo que el de cualquier especie silvestre.

“No es como las vacas. [La especie] se reintrodujo de una manera silvestre, no se le da manejo en corrales. Tienen la función ecológica, los riesgos que puedan tener son enfermedades, depredación de osos o coyotes a la crías. Como cualquier animal silvestre”, explicó.

.-Con información de El Universal

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