Por: María Isabel Juárez

Emergió de la Ciudad de México donde ejercía su profesión como psicólogo. El 19 de septiembre de 2017, el sismo no sólo sacudió al centro del país, lo hizo también con su realidad y en ese momento se encontró ante la pregunta de continuar ahí o salir en busca de lo que realmente le tendría en su elemento y feliz. Una vez que terminó su apoyo como rescatista en los edificios derrumbados, empacó y viajó para instalarse indefinidamente en lo que él llama “un paraíso” dentro de la recién nombrada: mejor ciudad pequeña del mundo para visitar, de acuerdo a una votación realizada por la editorial Condé Nast Traveler. En Mérida inició un viaje personal con pincel en mano hacia su terapia: arte cuadriculado, concepto geométrico, que para un hombre diagnosticado desde pequeño con Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC), resulta un bálsamo a la vista la perfección de la simetría, el orden y la fusión del color como un vínculo emocional de su percepción y que, sin tener experiencia alguna, realmente lo hace muy bien. A la par nos muestra su incursión en el arte Huichol que aprendió durante sus viajes y próximamente podremos disfrutar más de ello.

Él es Jorge Santoyo, artista emergente que seguramente nos estará dando creativas sorpresas. Busca espacios de exposición y actualmente podemos apreciar sus obras a la venta en la planta baja de Plaza Harbor al poniente de la ciudad.