Por Ma. Isabel Juárez
La filigrana es una técnica utilizada en la joyería que consiste en unir con mucha perfección y delicadeza hilos de oro y plata, para crear piezas de arte o figuras decorativas. Es algo con mucha tradición en nuestro país, pues desde los tiempos prehispánicos se conocen verdaderas obras maestras surgidas de la región mixteca, para posteriormente extenderse a lo que hoy son Chiapas y la Península de Yucatán.
Arquitecto de profesión, Arturo Briceño Villacis es un personaje con el alma creativa. Al principio, instaló un taller de hierro y acero forjado, donde realizó muchos trabajos bellísimos que se pueden apreciar en varias casonas del centro de Mérida cuando, de pronto, su inquieta personalidad lo llevó a realizar figuras en miniatura a manera de hobby, por lo que se acercó a diversos maestros que le enseñaron las técnicas… y así nació su pasión por la filigrana.
Una vez dominada la técnica, le dio clases a su familia y amigos, y ahí fue dándose cuenta del interés que despertaba en quienes se interesaban por su trabajo. Por ello, decidió dar el siguiente paso y abrir un taller, único en el sureste, para así difundir esta tradición a más personas:
Es muy complicado que esta técnica la puedan aprender de los grandes maestros filigranistas porque ya partieron y, de sus hijos, no se sabe mucho. Yucatán fue cuna importante en esta expresión artística y no me gustaría que se pierda, hay que recuperar lo valioso del arte que adoptamos de civilizaciones antiguas como España e incluso Arabia, comenta el maestro Briceño.
Agrega que los mejores orfebres utilizan herramienta importada principalmente de Brasil y en su taller, los tienen. Además, cada alumno se divide en amplios espacios para no interferir a los demás y trabajar por área: fundición, estiramiento o trefilado, laminadores, insumos, fundentes, decapantes (retirado de óxido), y más. Todos los químicos utilizados en el taller, ahí mismo se preparan.
Aquí se les proporcionan las técnicas y las herramientas. Cuando ya están listos para trabajar con plata ley 950 para tener mayor calidad en sus piezas, compran su moneda y empiezan a realizar los primeros trabajos en filigrana tradicional, o contemporánea con sus propios diseños, texturas, colores y materiales, añade.
El taller es personalizado y cada quién realiza sus proyectos de acuerdo a su habilidad, y los grupos son reducidos para una mayor atención a los avances y para asegurar la distancia que exige la actual contingencia sanitaria. Está dirigido para todas las edades y ha tenido alumnos desde los 15 hasta los 75 años. El maestro Briceño comenta que los mayores trabajan con mucha paciencia, mejora su habilidad motriz y les funciona como terapia ocupacional; los jóvenes, a su vez, han creado sus propias marcas, están montando talleres para hacer joyería con nuevos materiales y comercializan diseños únicos, bellísimos y de gran calidad artística.
La técnica se aprende, pero la locura y la creatividad cada uno lo trae y nos hace volar la imaginación, aquí les ayudamos a hacer posibles los diseños que traen en la mente. No quiero que se pierda la tradición de crear filigrana, hay que rescatarlo, quiero dejar esa huella, finaliza.
Escuela de Orfebrería y Filigrana
Informes: (999) 115-8940
Horarios: Lunes y jueves, o martes y viernes, de 5:00 a 8:00 p.m.
Costo: $2,000 mensuales
