Diapositiva anterior
Diapositiva siguiente

Platillos que creíamos que eran mexicanos… pero no

Diapositiva anterior
Diapositiva siguiente

Platillos que creíamos que eran mexicanos… pero no

La diversidad culinaria de nuestro país se ha expandido a lo largo de los años gracias al ingenio de miles de cocineros y a los intercambios culturales con otros países; sin embargo, no todo es endémico de México, y es por ello que aquí mostramos algunos platillos que no son mexicanos y que posiblemente no lo sabías, para que conozcas su origen y su llegada a nuestra tierra.

Platillos que no son mexicanos

Ceviche
Aunque este plato se consume muchísimo en los estados que tienen puertos marítimos, como Veracruz, Guerrero, Quintana Roo, Nayarit, entre otros, su origen no se dio en nuestro país; no obstante, hay diversas versiones respecto a su creación.
Por ejemplo, algunos textos, entre ellos un artículo de la Universidad Estatal de Portland, apunta que el plato fue creado en Perú luego de que la sociedad moche descubriera que se podía fermentar con el jugo de curuba.

Otros libros, como “The Oxford Companion to Food”, se lo acreeditan a Europa y Asia posiblemente por la preparación de pescado en escabeche, que utiliza técnicas similares a las del ceviche aunque con un resultado diferente.

Tacos al pastor
Muchos piensan que los tacos al pastor son uno de los platillos mexicanos por excelencia simplemente por ser “tacos”, pero la historia nos dice que su origen en realidad es el Oriente Medio.

La Universidad Nacional Autónoma de México menciona en un artículo que este platillo en realidad es una reversión del popular “shawarma” que se come en muchas regiones de Asia Occidental, y que llegaron a nuestro país hace ya algunos años gracias a un vendedor turco.

Algunos historiadores defienden la historia de que los primeros tacos al pastor mexicanos se dieron en Puebla, pero la realidad es que no hay pruebas tangibles que lo demuestren.

Cabrito
La preparación del cabrito al pastor es una de las delicias de varios estados del norte de nuestro país, sobre todo de Nuevo León, aunque su orígen también se remonta al lejano Medio Oriente.

Algunos historiadores han comentado que la creación de este platillo se dio gracias a las comunidades judías que se asentaron en el norte de nuestro país, ya que varios de sus platillos son preparados con la carne de estos animales.

El propio Gobierno de Monterrey menciona que existe una leyenda que dicta que el cabrito al pastor nació luego de que un pastor se vio en necesidad de comerse a una de las crías de cabras que cuidaba, la cual degolló, le quitó la piel y su interior, y la asó en una hoguera.

Buñuelos
Muchos pueblos y zonas rurales han hecho suya la tradición de comer este dulce crocante hecho a base de piloncillo y canela para festejar algunos momentos litúrgicos de la religión católica, aunque su invención llegó a nosotros desde el Mediterráneo gracias a la conquista española.

La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural menciona en un artículo que el origen de este dulce data de unos dos mil años, y que posiblemente se dio en países como Egipto, Marruecos o Turquía, donde se consumían como forma de bolitas de masa bañadas en miel.

Se sabe que en México los primeros lugares donde se prepararon fueron los conventos nacionales, y hay prueba de ello en varios recetarios y libros que compartían su receta o existencia, como uno que preparó la poetisa Sor Juana Inés de la Cruz.

Churros
Se trata de otro dulce cuya creación se la debemos también al continente asiático, aunque el orígen de éste se dio, al parecer, en China, bajo el nombre de “youtiao”, que es una tira de masa frita que se sirve en el desayuno.

Llegó a nuestro continente no gracias a los españoles sino a los portugueses, quienes lo descubrieron en alguno de sus viajes y lo llevaron a la península ibérica, en donde le añadieron azúcar y le dieron forma estrellada.

Se dice que la invención de los churros se dio en la época de la dinastía Song Qin Hui, y que la lejana China se servían en pares para hacer un símil a la unión del emperador y su esposa, según la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.

Carnitas
El consumo de carne de cerdo se lo debemos totalmente a los españoles, quienes enseñaron a las sociedades indígenas a criar a estos animales y los diferentes tipos de preparaciones que se podían hacer con su carne.

Es por ello que muchos piensan que el orígen de las carnitas mexicanas se remonta a aquella época, aunque la técnica de la preparación se afinó en el estado de Michoacán, donde son muy populares, de acuerdo con el libro El Pequeño Larousse Gastronomique en Español.

La Delegación SADER Tabasco añade que este platillo es muy común en muchas celebraciones mexicanas, sobre todo en zonas rurales, donde se suele dar a los invitados de una boda o un cumpleaños grande, aunque los mexicanos hemos vuelto su consumo en un momento cotidiano.

Agua de horchata
Su preparación se la debemos a los españoles, quienes solían conseguirla a raíz de un proceso de remojo y molido de granos de almendras o chufas, aunque el método realmente se dio en Egipto, según historiadores.

La horchata que consumimos hoy día se prepara con granos de arroz, y esta versión fue originaria del estado de Yucatán, según un artículo de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, donde se dieron bien las plantaciones del grano traídas por los españoles desde China.
Hoy día, su consumo se ha ligado mucho a fiestas populares mexicanas, como el Viernes de Samaritana, una celebración en Oaxaca que ocurre en el tiempo de Cuaresma y en el que se suele dar aguas de sabores a los participantes.

Todos estos platillos que no son mexicanos son muy amados por bastante gente en nuestro país, y aunque su procedencia no sea de nuestra tierra, logramos apropiarnos de ellos y darles nuestro toque y esencia.

Fuente: Cocina Delirante

Facebook
Twitter
LinkedIn