Page 34 - Revista Yucatan Octubre 2022

TELCHAC PUERTO REMANSO DE LLUVIA
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Por Rafael Aguiar
Entre laberintos de cocales
la brisa tuerce su fuga tierra adentro
con el terso frenesí que los alisios saben
Al tiempo en cada pertinaz ola
se escuchan los ecos de las caracolas encalladas y testereadas a cada embestida.
En el dorso del arenal blanco
una intrincada red de bejuco rastrero surca y salpica
Una constelación de campanitas solitarias y efímeras con areolas radiadas con intensos púrpuras que en pálidos rosas van sucumbiendo de cara al sol.
Qué tesón vertebra su taño
que desafiando la pleamar nocturna
En el batir de remolinos salinos
que lentamente socavan sus maltrechas raíces hasta la muerte.
En el ocaso la calma se evanece
al paso estrepitoso de golpes de lluvia La mar dócil se acicala en una tarde de verano
El aguacero se lleva la bruna marina
y la leve refulgencia bruñe todos los colores de la sinuosa costa.
Remanso de lluvia Telchac te nombran ancestros y viajeros
A las espaldas de tus arenales y conchas rotas
El reino de los manglares un nido anfibio con manantiales oriundos del alto sur
y lenguas de olas de la mar atlántica.
Ahí cangrejos rubíes como centinelas escrutan los manglares celosos de su imperio
Aguzan sus ojos telescopios desorbitados al acecho del intruso sin perder la guardia ante la menor patraña o engaño.
En tierra manos curtidas reposan en veda alijos y redes pernoctan a la espera Labores de pies secos endulzan la vigilia con coco atropellado y limón relleno Manjares para doblegar el hastío
Un jocoso placer para mitigar el andar del tiempo con menos nostalgia.
En un vuelco cruel del destino
el verde esmeralda de la mar
Se tiñe en marea de ocre turbio
un manto fúnebre cubre la vida marina hasta la asfixia
Agónica el arribazón yace inerte ante la indiferencia del ir y venir de las olas.
La vida pendular de la creación a la desolación
De pie en el arenal un suspiro corona los recuerdos de vestigios de mejores tiempos A la vez en el leve revuelco de olas
las gaviotas frénicas graznan el festín de los despojos.
En el horizonte el Sol se ahoga
en el espejo de un celaje plagado de colores rosáceos y naranjas
Envueltos en un azul crepuscular
que anida la esperanza de la resurrección.
20 Agosto 2022